Oporto es un destino que siempre es ideal, tanto si buscas una escapada de fin de semana o alargar la visita una semana, dos, o lo que permitan los jefes. Los motivos para visitar la ciudad son muchísimos. En esta entrada te contamos 7 razones por las que debes
visitar Oporto sí o sí.
7 razones por las que debes visitar Oporto
1) Es un destino auténtico como pocos
Oporto es una ciudad ideal para conocer a pie y sin rumbo fijándonos en todos los detalles. En muchos barrios, por ejemplo, encontraremos la ropa colgada en las ventanas y algunas otras escenas que le dan un aire muy característico.
Si por algo es conocida la ciudad es además por sus famosos azulejos. Se encuentran en las fachadas de las tiendas, casas e iglesias. Una de las fachadas más conocidas es la de la
Estación de Trenes de San Benito. Un edificio neoclásico espectacular que no podéis dejar de visitar con cámara en mano. En su interior se encuentran otros 20 mil azulejos que representan escenas históricas y costumbristas de Portugal.
2) Su casco antiguo es una maravilla
Una de las mejores
cosas que hacer en Oporto es recorrer su casco antiguo que es una maravilla declarada Patrimonio de la Humanidad desde 1996. Es el mejor lugar de la ciudad para empaparnos de cultura. Os recomendamos comenzar la ruta en la calle Santa Catarina e ir bajando a La Ribeira. Encontraremos muchísimos lugares que ver, como hermosas iglesias, bares, restaurantes y pequeñas tiendas como las de antaño.
3) Podrás visitar la librería de Harry Potter
Si te decides a visitar Oporto, verás que hay muchas librerías, pero destaca sobre todo una, la famosa
Lello o Irmão, que se hizo popular porque sirvió como inspiración a la autora de Harry Potter. Es una librería preciosa, conocida por su majestuosa escalera central y sus vidrieras. Se dice que es una de las más bonitas del mundo. Eso sí, para visitarla algunos días hay que armarse de paciencia porque son tantos los viajeros quieren visitarla que se forman unas buenas colas.
4) Sus casas de colores son preciosas
La imagen más instagrameable de Oporto probablemente sea la de sus pintorescas casas de colores que se encuentran frente al río, en La Ribeira. Es una visita ideal tanto de noche como de día. Os recomendamos, si el tiempo os lo permite, visitar esta zona al atardecer porque la luz, y los colores de las casas junto al río, es una maravilla. En esta zona encontraremos muchísimos restaurantes y terrazas para pasar una velada inolvidable a orillas del río Duero.
5) Se come demasiado bien
En Portugal se come mucho, muy variado, muy bien, y a muy buen precio. Eso sí, vigilad el horario porque no es como en España. A las 21h empiezan a poner el candado a muchos restaurantes.
Os recomendamos probar el bacalao que está riquísimo sea como sea que se prepare. No dejéis de probar también las sopas y las “Tripas a moda do Porto” que es bastante parecido a nuestros callos. Se sirve preparado con jamón, chorizo, ternera, pollo y oreja de cerdo. Como curiosidad, a los habitantes de Oporto se les llama “tripeiros” por haber ideado este delicioso plato.
Uno de sus platos más populares son las francesinhas.
Son unos bocadillos que se hacen con pan tostado y se rellenan con un filete de ternera o cerdo mezclado con diferentes embutidos. Se gratina con queso y se empapa con una salsa de tomate picante.
6) Su vino
¿Quién en el mundo no conoce el vino que lleva el nombre de esta ciudad? Curiosamente, te gustará saber que este
no se elabora en el territorio de la ciudad sino en Vilanova de Gaia, ciudad a la derecha del río Duero. Es en ella donde están las numerosas bodegas que elaboran este manjar para los más sibaritas del vino.
Entrar en una de sus bodegas es fácil ya que ni siquiera hay que reservar para la mayoría de ellas. Os cobrarán un precio simbólico que no tendréis que pagar si compráis vino. Una de las más pintorescas es la bodega Sandeman, que fue creada en 1790. Un lugar sombrío y mágico que te enamorará.
7) Desembocadura del río Duero
El río Duero muere en Oporto, pero no se va callado sino que
ofrece un espectáculo sin igual basado en una batalla entre dos aguas que no quieren ceder su espacio.
Con un faro vigilando y haciendo de juez entre ellos, este será un espectáculo imperdible si tienes pensado
visitar Oporto.
Se puede ver desde un rabelo, embarcación usada antiguamente para transportar barriles de vino.