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combate_medieval Durante el Medioevo, la resolución de cualquier disputa tenía como consecuencia una lucha encarnizada, cuyo triunfo dependía de factores tan diversos como la fortaleza, la técnica y una adecuada dotación de equipamiento guerrero. Armaduras, escudos y espada era el armamento básico para el enfrentamiento cuerpo a cuerpo, una manera de pelear que pasó a la historia y quedó reservada a películas de acción y de época. Sin embargo, el clásico combate medieval ha resucitado y cada vez atrae a más fanáticos, prueba de ello es la celebración del Campeonato Mundial de Combate Medieval, cuya final será el próximo 4 de mayo, en el histórico Castillo de Belmonte. ¿Te apuntas a unas vacaciones en tiempos pasados? El deporte conocido como “Combate Medieval”, se ha venido desarrollando en Europa del Este desde hace un par de décadas, pero no ha sido hasta hace poco tiempo, 2012 para ser exactos, que España cuenta con una representación en competiciones internacionales. Mezcla de artes marciales y recreación histórica, el combate medieval es una lucha que contempla varias modalidades, en las que se utilizan armaduras, armas y vestimentas que pasan por un rigurosa revisión de autenticidad, cuya finalidad es derribar al contrincante sin herirlo. Por primera vez, España se convierte en la anfitriona de esta aún desconocida práctica deportiva. Para poder participar, en primer lugar hay que federarse y ser miembro de la Liga de Combate Medieval, organismo que organiza la selección previa de los competidores que participarán en el Mundial. Esta fase inicial también tiene como escenario el Castillo de Belmonte, donde el segundo fin de semana de cada mes se reúne la creciente afición de esta disciplina. No se trata de una simple recreación histórica o de combates coreografiados, la lucha en el combate medieval es real, y aunque las armas no llevan filo y prima la seguridad ante todo, los golpes son reales y se hacen bajo la atenta mirada de un árbitro que puntúa tanto técnica como fuerza. Las modalidades son uno contra uno y cinco contra cinco, y los participantes se agrupan por equipos nacionales. Este año, España competirá junto a otras 14 selecciones nacionales. Los integrantes de cada selección No puede haber un mejor entorno para celebrar esta competición que el Castillo de Belmonte en Cuenca. Construido en 1456, la estructura de estilo gótico fue en su momento set de filmación de la clásica cinta de Hollywood “El Cid” y en la actualidad es de propiedad particular. Para esta ocasión, además de acoger los encuentros del Campeonato y hospedar a los participantes, el castillo se convierte en una especie de universo medieval, donde se llevan a cabo actividades temáticas como recitales, un mercado medieval, jornadas gastronómicas y talleres de artesanía, entre otros. Una escapada a esta localidad conquense es garantía de una variada oferta de deporte de alto nivel, entretenimiento de calidad y la oportunidad de sumergirte en un período de la historia que ha sido exquisitamente reconstruido.
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