Compartir:
México es un país que vale la pena descubrir. No sólo por sus bellezas naturales sino también por sus tesoros arqueológicos que hablan de un rico pasado y una rica cultura. Pues si de los mayas se trata, las vacaciones en el Caribe mexicano podrán hacer que los turistas descubran algo de este pueblo. Es que allí, muy cerca de Cancún se alza la legendaria ciudad maya de Chichén Itzá. Es este uno de los restos arqueológicos más importantes de la península de Yucatán, ubicado en el municipio de Tinum a 120 kilómetros de Mérida, por la Carretera a Cancún. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 y Maravilla del Mundo en 2007, su nombre, en maya, significa (Chichén) Boca del pozo; de los (Itzá) brujos de agua. Y es este, sin dudas, uno de los vestigios más importantes de la civilización maya que aún siguen en pie y con un estado de conservación que deja a los visitantes darse una idea de lo que fue ese sitio en su época de máximo esplendor. Así, uno de sus mayores atractivos es la Pirámide de Kukulkán que, además de imponente durante los 365 días del año, permite dos veces al año, durante los equinoccios de primavera y otoño (el 21 de marzo y el 22 de septiembre, respectivamente), apreciar un espectáculo único. Claro, es que un natural juego de luces y sombras crea la apariencia de una serpiente que poco a poco baja por una de las escaleras de la pirámide hasta que, en un momento, se completa pudiendo pareciar así a la emblemática serpiente emplumada. En tanto, al atardecer los días del 20 al 22 de diciembre, el camino es el inverso.

Otros atractivos, servicios, días y horarios

Además del clásico recorrido para conocer todas las construcciones que conforman este complejo arqueológico, Chichén Itzá ofrece también la posibilidad de disfrutar del amanecer allí mismo. Es así que aquellos visitantes que hayan elegido este rincón de México podrán vivir esta experiencia. Claro que, para ello tendrán que contratar el servicio con anticipación. Al menos 72 horas antes. La visita los llevará de 5 a 8 a estar allí, ver el sol salir y, sin dudas, sentir la energía que el lugar transmite al “despertar”. Cabe destacar que en Chichén Itzá los visitantes encontrarán instalaciones acordes que harán de la estancia en el sitio algo más placentero: cafetería, enfermería, librería, un auditorio que exhibe material audiovisual y la opción de comprar artesanías. La zona arqueológica puede ser visitada todos los días a partir de las 8 hasta las 17. Además, durante el verano a las 20 y en el invierno a las 19, se puede disfrutar de un espectáculo de luz y sonido con traducción simultánea.
Anterior SS Rotterdam, un transtlántico transformado en hotel
Siguiente Cuba: sonora hasta en el nombre

Categorías

Artículos relacionados