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Blogshalcon-Vuelos-El nuevo y colosal aeropuerto de Shenzhen Decir "el nuevo y colosal aeropuerto de Shenzhen" es casi una redundancia si se tiene en cuenta que esa ciudad está en China y allí, de un tiempo a esta parte, todas sus infrestructuras reúnen tales características. Gajes, se supone, de la progresiva y creciente incorporación de la población china al turismo. El caso es que Shenzhen es un lugar situado al noroeste de la provincia de Cantón (Guandong), concretamente en el distrito de Bao'an; por tanto, bastante cerca de Hong Kong. ¿Qué queremos decir al destacar esto? Pues que se trata de un rincón del país de gran aglomeración poblacional y, por ello, un importante vivero de viajeros potenciales, sin contar los que realizan el recorrido contrario, es decir, los visitantes que arriban de vacaciones. Es algo que se manifiesta también en la febril construcción de hoteles y en el posicionamiento de China como segundo mercado de cruceros mundial. De ahí que no deban estrañarte las cifras que se manejan de cara al futuro: con sus 500.000 metros cuadrados repartidos en varias plantas, el complejo tendrá capacidad para mover 42 millones de personas al año gracias a los centenares de mostradores disponibles, lo que lo situará entre los más importantes del país; de hecho ya lo era, pues estaba considerado el quinto del ránking nacional. Diseñado por el estudio italiano de arquitectura Fuksas tras imponerse en un concurso internacional convocado en 2008, aparte de las proporciones no resulta menos impresionante el tiempo récord que se ha invertido en tenerlo listo: 3 años. En ese lapso se procedió a levantar una nueva terminal, la C, que reemplaza a las 2 anteriores A y B, que se habían quedado pequeñas desde su apertura en 1991. El resultado es un alargado edificio cruciforme revestido por una futurista doble cubierta metálica en forma de malla, cuya trama permite, mediante un siste de apertura y cierre de los huecos, pasar el aire y regular así tanto la temperatura como la luz para optimizar el consumo sostenible de energía. Eso, por fuera; en el interior se suceden unas estructuras de color blanco ,similares a árboles, que articulan el espacio donde van las islas en que se sitúan los mostradores de facturación de las líneas aéreas. Aunque el aeropuerto ya está en funcionamiento desde el pasado jueves 28 de noviembre, todavía no están terminados todos los sistemas de transporte previstos para conectarlo. El Metro, que llegaba a las antiguas terminales, no lo hará a la nueva hasta 2015, por lo que ha sido necesario establecer un servicio de autobuses lanzadera, unos internos y otros hasta Shenzhen, que se encuentra a unos 32 kilómetros y desde donde muy pronto será posible hacer conexiones en ferry a Hong Kong y Macao. Pero eso no es todo. Se calcula que la costumbre de viajar, cada vez más extendida entre las nuevas generaciones chinas, obligará a acometer más reformas de ampliación en un futuro próximo; los años previstos son 2025 y 2035.
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