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Déjate cautivar por la magia del cine

París siempre ha sido denominada “la ciudad del amor” o “la ciudad de la luz“ y no sólo los enamorados son los únicos que pueden soñar en ella. Gracias a películas como Amélie hemos sido capaces de crear un mundo diferente en nuestra imaginación, soñar a través de la pantalla, y ver todo el barrio de Montmartre con otros ojos. Una zona bohemia, tranquila, con rincones tan especiales como el Café des deux Moulains, en la rue Lepic, donde la protagonista, Amélie Poulain (Audrey Tatoo), trabaja y configura un mundo ideal. No es casual que se eligiera este Café, ya que el propio director de la película, Jean-Pierre Jeunet, vive en frente, por ello, las localizaciones era un vínculo familiar. “A Amélie le gusta hundir la mano en un saco de legumbres” es la frase con la que describe ese carácter tan peculiar de la protagonista, mientras que aparece la imagen de ella con la mano metida en el saco en la Épicerie Collignon, una frutería escondida en una de las laberínticas calles de la Butte. Otra localización de la película es el Sagrado Corazón. Ya sabemos que es un sitio muy frecuentado por los turistas, pero Amélie en la película le da un toque especial: cuando a su amado, Nino,  le hace buscar el álbum de fotos que ha perdido. Una advertencia, la cabina que utiliza para hablar por teléfono,  que aparece en la escena , no existe en realidad. Otra escena digna de soñadores es cuando Amélie coge al ciego del brazo y le hace un recorrido por una zona en la que se ven varias tiendas y un mercado. Amélie le va susurrando todo lo que ve y se lo cuenta de manera que él lo pueda sentir, provocándole un estado de emoción extraordinario. Finalmente le deja frente a la boca de metro Lamarck-Caulaincourt, situada en la Butte que baja hacia el otro lado de la colina de Montmartre. Un lugar curioso es el sexshop en la que trabaja Nino. Este establecimiento está cerca del Place Blanche. El enigma está en conocer cuál es la casa exacta de la protagonista, aunque por la parada de metro se adivina que está en la zona de Abbesses, en el mismo barrio. Por supuesto, ésta no es la única película rodada en París: Moulin RougeFrench Kiss, Julie & Julia, Midnight in París, París Je T’aime, Un americano en París,  o para los más pequeños Ratatouille donde el roedor Remy sueña con convertirse en un auténtico chef. Para seguir soñando durante tu visita a París, es imprescindible conocer el lugar donde hasta los mayores regresan a su infancia: Disneyland París.  Sumérgete en un mundo de ensueño y disfruta de sus atracciones y espectáculos. Y para aprovechar al máximo tu visita a París, adquiere una tarjeta turística de Neoturismo que te ofrece el transporte público y toda la oferta cultural y de ocio de la ciudad de manera integrada, para que puedas dedicarte exclusivamente a disfrutar de la ciudad. A. Pizarro
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