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Blogshalcon-hoteles-First Cabin hoteles capsula mas confortables Al decir la expresión First Cabin aplicada a hoteles no debería resultarnos del todo desconocida. En este blog ya hemos visto con anterioridad que el concepto de hoteles-cabina se ha renovado aplicándose a los alojamientos temporales para esperas más o menos largas en aeropuertos y estaciones: es lo que se ha llamado Sleepbox. Dicho concepto está sacado de los hoteles-cápsula que aquí en occidente no existen pero, en cambio, son relativamente frecuentes en Asia para solucionar los problemas de espacio e hiperpoblación durante los días laborables. Se trata de alojamientos básicos en los que no hay demasiadas comodidades, pues si bien algunos cuentan con colchón, luz y televisor, otros se limitan a ser habitáculos exclusivamente para dormir. Al menos hasta ahora porque, teniendo en cuenta que muchos de sus usuarios no los utilizan por falta de dinero sino por un simple problema de plazas, ya ha surgido la idea de ofrecer un tipo superior de cápsula que cuente con algo más de confort. Así nació First Cabin, una cadena japonesa que combina el concepto capsular con el de un hotel más convencional. Los clientes ya no tendrán que meterse en esos claustrofóbicos cubículos tipo colmena en los que es imposible ponerse en pie, sino que disfrutarán (especialmente si están acostumbrados al modelo anterior) de habitaciones modulares prefabricadas con un techo normal. En lo que sí se parecen algo a los hoteles-cápsula es que se distribuyen seguidas, formando largos pasillos iguales, como celdas de un monasterio. Hay dos modelos: uno de 2,5 metros cuadrados con el espacio justo para la cama, unas perchas en la pared y un televisor de 26 pulgadas en el tabique que se llama Business Class Cabin y para el que se exige una estancia mínima de 2 horas; y otro denominado First Class Cabin que mide 4,2 metros cuadrados y está equipado con lo mismo que el anterior más conexión a Internet y una pequeña mesita. Asimismo, el huésped recibirá un pijama y amenities para el aseo. Ninguno tiene puerta sino una cortina que da al pasillo, por lo que la cadena solicita que se utilicen auriculares para ver los programas u oir música. Lo que sí hay es una zona de taquillas para dejar las cosas, dado que en las habitaciones -incluso en las First Class- no hay demasiado sitio. En cambio, esta clase goza de servicios comunes como sauna y salón. Y, ojo, las estancias en First Cabin no son mixtas: hombres por un lado y mujeres por otro. First Cabin ya cuenta con establecimientos de este tipo en Kyoto, Osaka y el aeropuerto Haneda de Tokio que cobran unos 8 euros por hora durante el día, costando el día completo unos 47 euros en Business y 55 en First. Al parecer han tenido éxito y ya se proyectan en otros sitios.
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