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Hace tiempo que no reseñamos un hotel con ubicación insólita así que ahí va una propuesta para los que gustan de este tipo de alojamientos: el Hotel L'Estació reaprovecha, como indica su nombre, una antigua estación de tren. En concreto se trata de la de vía estrecha de la localidad valenciana de Bocairent, un edificio de arquitectura típica regional que tras el cierre del servicio ferroviario ha quedado enclavado en medio de un hermoso parque de pinares que el establecimiento refuerza con románticos y floreados jardines. La piscina, rodeada de enredaderas, flores y palmeras, es el contrapunto moderno que termina invitando al relax y la calma. Está regentado por Josefina y Sebastián, que han puesto todo su empeño en que la decoración y el ambiente en general representen el espíritu familiar y tranquilo que pretenden ofrecer. Muebles funcionales, objetos clásicos, techos altos, patio interior, terraza acristalada, sala de estar con chimenea, amenities basadas en la aromaterapia, cesta con frutas en las habitaciones... Hablando de habitaciones, sólo hay 14 pero todas cuidadas al detalle, climatizadas y poniendo a disposición del huésped albornoces y zapatillas. Son de 2 tipos: la Doble, que es moderna y está equipada con televisión, teléfono, escritorio, Wi-Fi y baño completo con bañera y secador; y la Doble Superior, similar a la anterior pero más amplia. El restaurante La Parada, dentro del propio hotel, ofrece una fresca cocina mediterranea especializada en carne a la piedra. Tiene un amplio comedor principal completamente acristalado y climatizado, ideal para celebraciones y encuentros sociales, con capacidad de hasta 150 personas y abierto al público en general. Organizar la boda o cualquier otro evento -hay un par de salones para pequeñas reuniones, seminarios, cursos de formación, incentivos o presentaciones de productos- permite obtener un servicio exclusivo (se puede reservar todo el hotel) alejado del trato estandarizado. El Hotel L'Estació esta situado en un lugar ideal para realizar actividades complementarias como catas de vino, team-building, rutas a caballo o a pie, vuelos en globo o simplemente visitar las interesantes poblaciones del entorno, empezando por Bocairent y siguiendo por Alcoy, Ontinyent, Benixama y Villena. En cualquier caso, un sitio para olvidarse del reloj, lo cual resulta paradójico tratándose de una antigua estación.
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