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¿Cómo serán las habitaciones de los hoteles en el futuro? ¿Te imaginas una en la que ya no necesites llevar ordenador o tablet sino que las propias paredes hacen esa función? De momento sólo es una idea denominada ITH Room Xperience, pero ya se sabe que de las ideas va surgiendo la realidad. Con el paso de los tiempos hemos visto que han ido incorporando diversos avances tecnológicos y comodidades: nevera para el mueble bar, teléfono, TV (últimamente con pantalla plana), aire acondicionado, duchas o bañeras de hidromasaje, secador, ventanas aislantes del ruido y con cristales que cambian con la luz, tarjetas en vez de llaves para la cerradura electrónica, ordenadores, conexión a Internet por cable o Wi-Fi... Ese último aspecto, el informático, se está generalizando y ya es posible encontrar un hotel que ponga un iPad a tu disposición, igual que hace, por ejemplo, con una carta de almohadas o la cesta de frutas y chocolatinas. De momento es algo más bien reservado a los sitios de lujo, pero seguramente todo se andará. O quizá no haga falta. No, desde luego, si se concreta el proyecto concebido por Serrano Brothers, un estudio de diseño y creación de espacio que acaba de proponer la llamada ITH Room Xperience (ITH son las siglas del Instituto Tecnológico Hotelero). Se trata de un alojamiento pensado para optimizar el confort del cliente y cuya característica distintiva es que las paredes son grandes -gigantes- tablets, estructuras realizadas con dispositivos de Microsoft Surface, múltiples e interactivas. Integradas en lo que pretenden que sea la habitación del futuro, se pueden controlar a través de un smartphone que, ése sí, probablemente deberá aportar el propio huésped. Pero se manejarán como lo que en realidad son: colosales pantallas táctiles que permiten controlar todos los aspectos de la habitación, desde la intensidad de la iluminación a la temperatura del agua, así como para suministrar información sobre transportes, horarios de vuelos, establecer videoconferencias simultáneas, etc. Aunque lo parezca, la idea no es del todo reciente y ya se había desarrollado en negocios y comercios, como por ejemplo en las tiendas de moda que tienen espejos que reflejan al cliente con la ropa que desean ya superpuesta. La novedad estriba en que ahora se pretende aplicar al sector hotelero, tal como se demostró en la última edición de FITUR en Madrid. Parece que sí, que el futuro ya está aquí.
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