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Un ecosistema único desconocido todavía para muchos

Al norte de Tenerife, cercano a la localidad de Icod de los Vinos y en pleno valle de la Orotava, se encuentra una de los monumentos naturales más importantes de la isla. La Cueva del Viento es la quinta cueva volcánica más grande del mundo. Las cuatro primeras están en Hawaii.

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Su tubo volcánico es el mayor de la Unión Europea y es una magnífica oportunidad para conocer de cerca cómo se originan estos fenómenos y las caprichosas formas a las que dan lugar las coladas de los volcanes cuando entran en erupción. Un total de 17 km de galerías en el subsuelo de las que se puede visitar una parte con la compañía de especialistas en espeleología que ponen todas sus ganas en transmitir sus conocimientos sobre geología y la importancia natural del complejo Cueva del Viento- Sobrado. De su mano, el recorrido se convierte en todo un privilegio.

El origen de las cuevas volcánicas es muy diferente al de las cuevas kársticas, formadas por los ríos. La Cueva del Viento se originó cuando el volcán Pico Viejo entró en erupción. 27.000 años y se trata de un monumento de vital importancia que no está reconocido como debiera. Su relevancia geológica y biológica está a la altura del Teide y desde hace años se reclama su reconocimiento como Patrimonio de la Humanidad para facilitar su conservación y protección contra la acción del hombre: contaminación y construcción, especialmente.

En la cueva no sólo podrás ver formaciones: cascadas, estalactitas, lagos de lava solidificada... Durante esta interesantísima visita comprenderás que las cuevas son un ecosistema que habitan criaturas únicas, hasta 190 especies, sobre todo invertebrados ciegos. La visita se realiza con un casco protector y un frontal para ver en la oscuridad y conviene llevar calzado de montaña o cerrado, así como algo de abrigo, pues la temperatura media en su interior es de unos 15 grados. Permanecer en silencio y apagar las linternas de los frontales durante unos minutos es una sensación única: disfrutar del silencio sepulcral y la oscuridad absoluta que reina en el subsuelo para hacerse una idea de las condiciones de este ecosistema, un mundo al que no estamos acostumbrados. La visita respeta las condiciones de vida de los moradores de la cueva y se ha alterado lo menos posible su interior, a diferencia de otras cuevas.

En esta visita guiada también harás un recorrido exterior por el terreno sobre el que están situadas las galerías, en el que entenderás cómo está relacionado lo que vemos en el exterior con lo que hay debajo del suelo que pisamos. Una visita imprescindible en Tenerife para disfrutar de la belleza natural de la isla, comprender su importancia geológica, aprender a apreciarla y a conservarla.

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