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Cuando hablamos de Emirates Airlines se nos viene a la cabeza, inevitablemente, una idea de lujo y exquisitez que no anda nada desencaminada, especialmente si se trata de las clases superiores de sus aviones. Pero la compañía árabe ha dado un paso más allá en busca de la excelencia y recientemente presentó la epatante nueva Emirates Executive. Este servicio es un goce para los sentidos en lo concerniente a la experiencia de viajar por aire porque no se trata de una nueva sección de sus vuelos ordinarios sino de una división de aeronaves para viajes privados cuyo objetivo es competir en un mercado donde ya operan con fuerza otras aerolíneas, especialmente en lugares como Oriente Medio, Europa, Rusia, India y China. La nueva Executive de Emirates se ofrecerá a bordo de un Airbus A319 de interior reformado para que parezca una auténtica suite de hotel, de ahí que rebaje su capacidad a 19 pasajeros, que viajen bien de forma individual o con la empresa por negocios, bien de vacaciones en familia o con amigos. Además lo podrán hacer de forma completamente flexible y personalizada, escogiendo aeropuertos de salida y destino, con la máxima comodidad al poder adaptarse la cabina a las necesidades del cliente: salas amplias para que funcionen como restaurante privado, oficina personal para conferencias y reuniones, o simplemente como lugar de relax. Encima, los asientos de la sala se pueden convertir en camas de matrimonio. Diez suites privadas, más grandes que las Premium, proporcionan un espacio personal y privado dotado de puertas correderas, asientos totalmente reclinables, un asiento para visitas, iluminación ambiental, minibar y pantalla táctil LCD de 32" para entretenerse a bordo. Más aún: una lujosa ducha-spa con su propio tocador. Todas las estancias tienen acabados en madera de nogal y mármol, aparte de estar equipadas con ropa de cama de la mejor calidad y una gama de productos de spa de lujo que hace apetecer el volar por el simple placer de hacerlo en ese avión. Y luego está el apartado gastronómico: organizar una cena íntima en el restaurante, entretener a los invitados con un buffet estilo banquete o disfrutar de una espléndida comida en la suite privada. Sólo hay que elegir dónde se desea comer y la tripulación ofrecerá un menú acorde a las preferencias personales del pasajero.
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