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Expansion hoteles boutique Puede que muchos lectores no hayan oído hablar nunca de los hoteles boutique pero es muy probable que poco a poco vayan familiarizándose con este término porque cada vez se extiende más. La expresión hotel boutique se aplica a un tipo de establecimiento que marca diferencias con los tradicionales en varios aspectos que afectan tanto a la parte física como al servicio. El hotel boutique se distingue de los demás en ofrecer una atención personalizada, a la medida del cliente, las 24 horas del día durante toda la semana. Por eso no suele tener demasiadas habitaciones: rara vez pasa del centenar y a menudo son muchas menos. Eso sí, se trata de dependencias especiales, individualizadas, distintas entre sí y frecuentemente decoradas siguiendo criterios temáticos. Evidentemente, lo habitual es que sea un alojamiento de lujo. Pero pretende alejarse del lujo estandarizado que ofrecen las grandes cadenas hoteleras para buscar una calidad más sofisticada e íntima. Pues, aunque éstas tienden a intentar apropiarse del término, lo cierto es que la expansión del nuevo concepto deja claras las diferencias. La propia sede suele ser un edificio histórico rehabilitado o de importancia arquitectónica, donde se combinan el respeto al patrimonio y el diseño vanguardista confiriendo personalidad propia al hotel. Y no resulta extraño encontrar originales actividades en su interior, especialmente relacionadas con el arte, dándole un toque chic: conciertos en vivo, exposiciones de pintura, proyecciones cinematográficas... La idea, parece ser, nació ya en los años ochenta en EEUU, más concretamente en la cosmopolita y avanzada Nueva York, donde está el que muchos consideran primer hotel boutique, el Morgans. Luego, como suele ser costumbre, saltó a Londres y de ahí se difundió por Europa para finalmente volver a cruzar el Atlántico y llegar a América Latina. Hoy en día, pueden encontrarse hoteles boutique para los clientes más exquisitos en casi todos los países turísticos importantes, creciendo a un ritmo que, si no alcanza el de los resorts y grandes establecimientos, es porque, en parte, la misma idea de excepcionalidad forma parte de su idiosincrasia. Y eso que la clasificación aún no es oficial.
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