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La repentina quiebra de Spanair nos ha pillado a todos por sorpresa. Hace sólo unos días os anunciábamos nuevas rutas aéreas, entre Barcelona–Moscú y Barcelona–Beirut, y a las pocas horas saltaba la noticia del cese de la actividad de la compañía. El último vuelo comercial de Spanair aterrizó a las 22:00 horas del pasado viernes 27 de enero, aunque la tarde fue frenética hasta que la aerolínea emitió un comunicado oficial o publicó un último tweet en su cuenta oficial de twitter: "Nos despedimos no sin antes ofrecer nuestras más sinceras disculpas a los afectados y agradecer la confianza depositada. A todos, gracias". El cese de la actividad se produjo con una celeridad inusitada, lo que ha provocado que 23.000 pasajeros estén afectados por las cancelaciones y que cerca de 4.000 empleados de Spanair tengan que buscar un nuevo puesto de trabajo en los próximos días. Los usuarios que tenían previsto volar con Spanair o que habían adquirido un billete con esta compañía para los próximos días, semanas o meses pueden informarse en el teléfono 902 13 14 15 o en la web de la aerolínea para saber cómo pueden garantizarse sus derechos, tramitar devoluciones o presentar quejas.

La historia de Spanair

El origen de Spanair está en Escandinavia, ya que era una división de vuelos charter de la SAS que pretendía acercar a los ciudadanos escandinavos a España para que disfrutaran del buen tiempo y de la oferta turística de España. En 2009 fue refundada y pasó a manos del empresariado catalán con el objetivo de hacer del aeropuerto de El Prat de Barcelona una referencia en Europa. El proyecto ha contado con una inversión de más de 150 millones de euros de las administraciones públicas de Cataluña. Sin embargo, las cuentas de Spanair siempre han sido deficitarias, por lo que han perdido el respaldo del dinero público y tampoco han sabido encontrar un socio que les permitiera seguir adelante. La quiebra de la compañía era una muerte anunciada. Ya hay algunas compañías aéreas que aspiran a quedarse con las rutas aéreas que Spanair ha dejado huérfanas. Las aerolíneas low cost son las mejor situadas en esta carrera despiadada. Por ejemplo, la compañía aérea Air Nostrum ha añadido la ruta con vuelos de Madrid a Menorca en su oferta extraordinaria de plazas, para evitar que se quede sin servicio tras el cese de actividad de Spanair. También Vueling, ha anunciado que operará los trayectos Barcelona-Berlín, Barcelona-Hamburgo, vuelos Bilbao-Lanzarote, vuelos Bilbao-Tenerife y Bilbao-Gran Canaria. Imagen | Javier Pedreira
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