Las líneas aéreas pueden cobrar por facturarequipaje. Es lo que hacen habitualmente, al menos en determinadas rutas o bajo ciertas condiciones, pero ahora seguramente lo van a ver refrendado por los tribunales de la Unión Europea.
Al menos así lo defiende Yves Bot, abogado general del TJUE (Tribunal de Justicia de la UE), en un alegato al respecto emitido con motivo de la demanda interpuesta por una pasajera de Vueling, que considera abusiva esa medida.
Esta cliente se mostró disconforme con el recargo de 40 euros que la compañía le cobró en un vuelo por facturar sus dos maletas y presentó una queja al Instituto de Consumo de Galicia, que le dio la razón sancionando a Vueling. El paso siguiente fue repetir la acción en el juzgado de lo contencioso-Administrativo nº 1 de Orense y de ahí terminó saltando a las instancias europeas.
En realidad aún no se ha dictado sentencia, algo que ocurrirá en los meses venideros. Pero el TJUE suele coincidir generalmente con las posturas de su abogado general, aunque la opinión de éste no sea vinculante, por lo que la aerolínea puede salir bien librada.
Yves Bot explicó en su razonamiento que se "reconoce a las compañías aéreas una libertad de fijación de precios que abarca el conjunto de los servicios comerciales ligados a la ejecución del contrato de transporte aéreo, incluidos los servicios como la facturación de las maletas"."Por lo tanto -añadió-, en cuanto a la fijación de precios por los equipajes facturados, las compañías aéreas pueden optar por incluir el coste de este servicio en el precio base del billete de avión o por ofrecer el servicio con un suplemento opcional del precio". Eso sí, siempre que se advierta debidamente a los clientes, de forma clara y con una opción explícita de aceptación.
De la medida quedaría excluido el equipaje de mano, que se debe permitir embarcar en la cabina de forma gratuita.