Lo bueno de pasar unas
vacaciones en el
Caribe es que dispones de muchos sitios paradisíacos para elegir, con hoteles de ensueño para que la huida de la vida cotidiana y la relajación sean de primera. Por eso seguimos con la línea de
posts iniciada el otro día y hoy vamos a hablar de los
hoteles Meliá en Cuba, centrándonos esta vez en
Cayo Santa María.
Los cayos constituyen uno de los elementos geográficos típicos de la isla: una serie de
pedazos de tierra y coral que salpican las aguas de los alrededores hasta la costa de Florida, ya en el continente. Aguas transparentes de poca profundidad, finísima arena, kilómetros de playa virgen con cocoteros y el sol tropical son sus principales
características.
Entre esos lugares de ensueño brilla con luz propia
Cayo Santa María, donde puedes pasar unos días hospedándote en
hoteles tan atractivos como el Meliá Buenavista o el Meliá Las Dunas.
Emplazado en Punta Madruguilla, al oeste del cayo, sobre una ancha franja de arena blanca y con 3 paradisíacas playas, es un paraíso ideal para disfrutar y relajarse con los servicios de lujo de sus
5 estrellas Superior, del que hay que destacar el
All Royal Service, con sensacional servicio de mayordomía.
Es un todo incluido para mayores de 18 años, ideal para quienes prefieren intimidad, aislamiento, sensación de paz y aire puro, sean parejas o recién casados, que disfrutarán de las
105 habitaciones plenamente equipadas (aire acondicionado, baño completo con bañera de hidromasaje, secador y espejo de aumento, albornoz, zapatillas, etc) y vistas al mar.
En sus
25.000 metros cuadrados dispone de
lobby, áreas climatizadas,piscinas, gimnasio, club
house, tiendas, spa y conexión a Internet. Además, si eres cliente de este establecimiento tendrás acceso a las instalaciones de los demás
hoteles de la cadena que hay en Santa María.
Asimismo, hay 3
restaurantes especializados, de cocina internacional,
Ranchón Playa con mesa de antipastos y un bistro caribeño con servicio de habitaciones (24 hrs) y música en vivo, así como otros tantos bares.
Se trata de un
resort 5 estrellas en uno de los sitios más exóticos del Caribe, ubicado en primera línea de playa de Cayo Santa María, en el archipiélago de Jardines del Rey, que aparenta ser una
miniciudad turística llena de atracciones y cuya vida converge en un espacio
lobby, que se prolonga en un singular bulevar. Ideal para familias, parejas y lunas de miel.
Dispone de
925 habitaciones, desde las
Standard de 41,5 metros cuadrados a la
Suite Deluxe Romance de 82,8, donde se combinan confort, lujo y tranquilidad. A ellas se unen
servicios como gimnasio, teatro, Mini Club y Baby Club, spa, centro náutico, 6 restaurantes temáticos (cocina internacional, italiana, criolla, a la parrilla y
buffet) y una sala de reuniones con aforo para 146 personas.
El hotel tiene
4 piscinas (una infantil), lo que engrosa aún más las posibilidades de disfrutar del agua. Y es que, atención, descubrirás nada menos que 10 kilómetros de
playa.
Si has elegido
Varadero para tu estancia en Cuba también puedes hacer una visita a los cayos desde allí, ya que ambas zonas están muy próximas, en el extremo noroeste de la isla. De los hoteles de Varadero te hablamos en un
post anterior pero podríamos ponerle la guinda a ese apetitoso pastel reseñando el
Paradisus Princesa del Mar.
Como sabes, los Paradisus constituyen la oferta de
mayor nivel de Meliá, con 5 estrellas Superior o Gran Lujo, constituyendo este hotel un buen ejemplo. Se ubica en primera línea de playa de
Punta Francés, cerca del delfinario y Marina Gaviota, en una bella ensenada con playa rodeada de palmeras y jardines tropicales.
Es un
todo incluido gigante recomendado para familias, bodas y lunas de miel, con 7 restaurantes a la carta más uno
buffet y 7 bares, así como jacuzzi, gimnasio, lavandería, spa y piscina.
Dispone de
462 habitaciones, todas con balcón o terraza y el equipamiento acorde a la categoría, aunque en este último aspecto hay que resaltar el
Servicio Real en 168 de los alojamientos, con piscinas propias, descuentos en el spa, un green free en el Varadero Golf Club, playa privada y otras comodidades exclusivas. Una delicia.
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