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blogshalcon-vacaciones-museoholocausto Más que imprescindible, obligada es el adjetivo que debe aplicarse a la visita del Museo del Holocausto Yad Vashem de Jerusalén. Incluso si vuestro viaje tiene lugar durante las vacaciones de Semana Santa, con el único objetivo de sumergiros en el fervor de su ambiente religioso, este museo constituye uno de los puntos de vista obligada en la ciudad. Con una superficie de 4.200 metros cuadrados, Yad Vashem es el mayor museo dedicado al Holocausto de todo el mundo. La colección de archivos y objetos que reúne es tan grande que dos días no serían suficientes para analizarla en su totalidad. No obstante, si le dedicáis al menos una mañana podréis recorrer sus salas y espacios exteriores con tranquilidad, lo que os brindará una oportunidad única para, a la luz de sus numerosos archivos, fotografías y documentos audiovisuales, acercaros al que por desgracia constituye uno de los episodios más importantes del siglo XX. En el interior del museo, la colección se encuentra distribuida en galerías que recorren la Historia de los judíos desde los años anteriores al Holocausto a los posteriores a su liberación. "El mundo que fue" , "Asesinato en masa", "La Solución Final"... son algunos de los nombres de estas salas que no dejan lugar a la imaginación, horrorizándonos y obligándonos a reflexionar al mismo tiempo. Tras salir de la sala final, conocida como Sala de los Nombres y estremecedora al reunir un incontable número de retratos de los millones de víctimas del genocidio junto con sus testimonios guardados bajo llave, la visita continúa en el exterior. Primero, en un jardín que recibe por nombre Avenida de los Justos, en el que cada árbol representa a cada una de las personas que por salvar la vida de un judío arriesgaron la suya propia. Pero no os vayáis todavía porque al final del recorrido encontraréis el Valle de las Naciones, un particular laberinto de piedra que toma la forma de un mapa de Europa, en cuyas paredes podréis leer los nombres de los cientos de comunidades judías que fueron arrasadas durante el Holocausto. No puede negarse que el Museo Yad Vasehm es una visita dura, pero necesaria para comprender la Historia judía y mirar desde una óptica diferente el presente de este país que nunca deja de sorprender. Descubridlo en vuestro próximo viaje y haced de vuestras vacaciones de
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