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Marte ¿Imaginas el día en que puedas comprar un billete a Marte? En Desafío Total (Total Recall, 1990 y posterior adaptación en 2012) ya podríamos viajar a las colonias en el planeta rojo. Pero no solamente eso, que parece algo todavía muy lejano. También, y es la gracia, ya nos hablan de viajes virtuales a la carta, en los que puedes elegir quién quieres ser para vivir una aventura… eso sí, en tu mente. Estaríamos hablando de “vacaciones cerebrales”. Eso sí sería una experiencia, ¿verdad? Quizás la mezcla entre un sueño y realidad virtual, sea algo más cercano, o técnicamente más viable, que desplazar a una parte de la población a Marte para fundar una colonia. Los avances tecnológicos se han dejado caer en el mundo de los viajes, dotando de mejoras a los servicios de atención al cliente, a los hoteles, los transportes y a las herramientas de venta y promoción turística. La personalización de los servicios y la exclusividad que hoy nos exigen los clientes, es el objetivo de todos estos avances: desde la interfaz en la que el cliente hace la reserva, hasta el servicio postventa con nuestro amigo ya de vuelta. Los productos estándar, o los paquetes tipo, o estancias básicas, ya no son suficiente estímulo para todos los nichos de mercado. El Turismo, la hostelería y el transporte no están exentos en esta evolución Pensando en un futuro cada vez es más cercano, la robótica, la inteligencia artificial y la realidad virtual, son quizás entre todas, las innovaciones que más impresionan por su espectacularidad, pero sobre todo, son las que pueden significar un verdadero cambio, no solamente a un nivel tecnológico, sino también social. La ciencia-ficción, nos ha mostrado a través de la literatura y el cine, que todos los avances, aparte de hacernos progresar y ganar en calidad de vida, también tienen una cara B. Y las implicaciones sociales de este cambio, son las que necesitan un verdadero análisis, para prever el impacto que van a tener en el mercado, en los hábitos de consumo y en la forma en la que desempeñamos nuestra labor profesional. Cuando te decía que un viaje virtual podría ser una experiencia, te estaba poniendo una trampa, ¿no te has dado cuenta? No te he dicho, una auténtica experiencia, pero ¿por qué? Realmente, seguimos persiguiendo lo auténtico y vivirlo de verdad: un viaje virtual, supondría eliminar la palabra autentico de esa experiencia; por muy satisfactoria que resultara, por el simple hecho de que no sería real. Ya no parece que estemos hablando de ciencia-ficción; porque de hecho, la realidad virtual ya tiene aplicaciones concretas en promoción turística, en conocimiento del destino y visitas guiadas. Las nuevas tecnologías crean nuevos perfiles profesionales Pero hay mucho más: durante un viaje, desde su inicio hasta su fin, ya puedes encontrar huellas de estos avances que van apareciendo, conforme las agencias, las OTAs, los hoteles y las aerolíneas, las van incluyendo en sus procesos de reserva y en la prestación de los servicios en destino. Ya se emplean chatbots para reservar vuelos o solicitar información, domótica en hoteles, robots en el transporte de equipajes y seguridad en aeropuertos, social CRM que buscan y recopilan la información que está en toda la red. enfocada en atención al cliente, comentarios, reclamaciones, etc. Si volvemos a la ciencia-ficción, en Los Sustitutos (Surrogates, 2009), los avances en robótica, hacen que las personas puedan dirigir sus unidades en remoto desde su hogar, sin necesidad de salir de su domicilio, o interactuar socialmente. También se mencionan espacios libres de robots, ¡ojo! Parece que la idea no convence ni gusta a todo el mundo…  En la vida real hoy en día, podríamos esperar también alarma social, en un país como Japón, puntero en el diseño y uso de esa tecnología. También en Alemania. Pero quienes encabezan esta lista son Corea del SurSingapur. En Europa también los tenemos en Suecia o Dinamarca. Quizás no todavía al nivel cinematográfico al que estamos acostumbrados, pero desde luego muy real. Esto ya no sería ciencia-ficción: sería la cara B del uso de esta tecnología. ¿Poner límites a estas nuevas tecnologías sirve de algo? Si llegara el día en que prefiramos cambiar un viaje de verdad por uno virtual, u optásemos por encerrarnos en casa, para controlar un robot en remoto que fuese a trabajar, a vivir y a viajar por nosotros, lo consideraría un fracaso. Yo espero que ese día nunca llegue, sería la renuncia a respirar aire de verdad, supondría una renuncia a lo auténtico, a lo que somos. En cambio, si pudiera subir a una lanzadera espacial para ir a Marte, aunque sea cosa improbable, sí que haría cola para comprar ese billete.   Miguel Lázaro  Un ingeniero agrónomo cualquiera, que se perdió entre el mundo de los viajes y el de los datos. Bloguero políticamente incorrecto en personalidadyrelaciones.com desde 2007, y actualmente responsable del área CRM – Loyalty en Halcón Viajes
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