Compartir:
Digital Nomad Para los inquietos, para los que aceptan los desafíos, para los que siempre han querido crear, pero sobre todo: para los que no aguantan dos horas sentados esperando a que les digan lo que tienen que hacer, existe una alternativa que les permite viajar y trabajar al mismo tiempo. Si eres de los que siempre han querido generar impacto, de los que se atreven y quieres tener nuevas experiencias, cuando dar un salto de un lugar a otro, no es problema para ti y no te importa demasiado dónde estarás mañana, tienes opciones de hacer este modo de vida realidad. El mundo va muy deprisa: más que ayer y menos que mañana. Y no porque haya aumentado la velocidad de rotación del eje planetario; sino porque las personas cada vez vamos más deprisa. Vamos al ritmo, de la velocidad con la que recibimos y transmitimos información. Como estos canales cada vez son más accesibles, ya no hay excusa para decir que no estamos informados, o conectados, o que necesitamos estar necesariamente sentados en un sitio, para desarrollar nuestra labor profesional. Pues a eso vamos precisamente: ¿Es realmente necesario estar sentado en un mismo sitio durante ocho horas, para decir que estás trabajando? El mundo cambia, porque cambian las personas que lo forman. Y cada empresa, es también un mundo más pequeño, que sigue el mismo patrón. Las necesidades profesionales, se acomodan a las personas que las desempeñan. Imagínate un equipo pluridisciplinar formado por seis personas: un Creador de Contenidos, un Web Manager, un Administrador, un Diseñador, un Jefe de Ventas y un Community Manager. Dicho así, parece una oficina bastante dinámica ¿verdad? Pues según las necesidades reales, que marcan la pauta a la hora de entregar un trabajo, según en qué sectores… este modelo de equipo, tan dinámico en títulos y funciones, hoy en día, ya sería un modelo al que podríamos llamar artesanal. Ahora imagina que quitamos esa oficina física, y juntamos en una sola persona, todos los perfiles profesionales citados anteriormente, y que además, el protagonista de nuestra historia se desplaza con frecuencia, elige su horario y entrega su material desde cualquier lugar del mundo. ¿Qué tenemos? ¿un Superman? ¿una Wonder Woman? Más bien, tenemos un Digital Nomad: el perfil profesional, que poco a poco, está entrando cada vez más en juego, respondiendo a las necesidades de un mundo, que se mueve muy deprisa. El estado natural de un Digital Nomad es conectado, independientemente de donde esté, su disponibilidad no depende de su ubicación, más bien de su conexión a Internet, del WiFi del lugar, o de la tarifa de datos que mejor le venga. Puede ser un empresario, o un freelance, que ha dado el salto del trabajar en remoto, ganando libertad, movilidad y esto también hay que decirlo: el estar al día de toda nueva herramienta, aplicación o red social, que pueda hacer de vehículo de transmisión, al producto que esté vendiendo. Poco a poco, van apareciendo cada vez más profesionales de este tipo. Y si hablamos y nos movemos en el mundo de las agencias de viajes y el turismo activo, lo que primero ha sido una opción y un estilo de vida para estos profesionales, puede convertirse en una baza de conocimiento de destino importante, que de una ventaja de información in situ, que por ejemplo, cualquier otro profesional tendría solo a nivel teórico. Ahora bien, no todo es tan bonito como lo pintan los posters con mapamundis a lo Marco Polo, con puestas de sol y sonrisas que acogen. Si la vida de los nómadas, como pueden ser los beduinos o los tuareg, no es ni ha sido nunca fácil; el Digital Nomad al tener que estar siempre conectado y en continuo movimiento, según el país o región en la que se encuentre, puede tener problemas con la disponibilidad de Internet. No todos los lugares del mundo tienen la conectividad de un Starbucks, ni viveros para startups, ni espacios de co-working: acéptalo. Como freelance, en su mayoría no tienen horario y sus ingresos dependen de los trabajos o proyectos que puedan asumir sobre la marcha: aun desde el lugar más remoto del mundo, tendrán que responder e-mails y hacer entregas. Claro, no es lo mismo… por supuesto que no es lo mismo contestar desde una playa en Madagascar, pero su presupuesto para viajar y para manutención, sale de lo que ganan, no pueden relajarse. Deben ser resolutivos en todo momento, organizarse muy bien y controlar sus gastos. Sin olvidar visados, vacunas, imprevistos, la situación política de los países por los que viajan, el tener a los amigos y a la familia lejos… Lo que pueda suponer para cada uno de nosotros, hacer un viaje de larga distancia de forma puntual, el Digital Nomad, lo tiene a la orden del día. En fin, todo tiene un precio. Y el precio de esta libertad, bien puede ser la pérdida de la comodidad y de la seguridad en muchas ocasiones. Si bien no todo el conocimiento y experiencias están dentro de la burbuja occidental, fuera sabemos que hay mucho más: pero hay que atreverse a dar ese salto. No es para todo el mundo.   Miguel Lázaro  Un ingeniero agrónomo cualquiera, que se perdió entre el mundo de los viajes y el de los datos. Bloguero políticamente incorrecto en personalidadyrelaciones.com desde 2007, y actualmente responsable del área CRM – Loyalty en Halcón Viajes
Anterior Los 5 mejores destinos de larga distancia
Siguiente Disfruta de tus vacaciones como una auténtica fashion blogger

Categorías

Artículos relacionados