[youtube]http://youtu.be/cU2ht2ZoDj8[/youtube] Aquí arriba tienes un time lapse de Iberia mostrando cómo se pinta un avión. En apenas dos minutos que sintetizan mágicamente muchas horas de trabajo -mil quinientas para ser exactos-, el aparato cambia de aspecto. Como recordarás, Iberia está en plena fase de reconversión y reforma para intentar recuperar la posición que ocupaba antes de su grave crisis económica, que la obligó a cancelar numerosas rutas intercontinentales y a crear una filial de vuelos de bajo coste -Iberia Express- para operar los itinerarios menos rentables, los de corta y media distancia. Encauzadas las finanzas y alcanzados acuerdos con los diversos sectores de su plantilla de empleados, la compañía española se encuentra inmersa en un proceso de cambio de imagen corporativa, con un nuevo logotipo que va incorporando poco a poco a las oficinas y a todas las unidades de la flota. El fuselaje de los aviones constituye la principal bandera de una aerolínea, el mejor cartel de la imagen que la identifica. Por eso resulta fundamental actualizar su aspecto. Los hangares que Iberia tiene en La Muñoza, en Madrid, trabajan día y noche con ese objetivo, en el lavado de cara de los Airbus A320. Primero se tapan ventanillas y sensores: Luego se procede a lijar la superficie y a lavarla dos veces, la primera con agua y jabón, la segunda con disolvente, quedando así lista para repintarla. Se empieza por el cuerpo del avión y se sigue por alas y cola. Logo y colores corporativos son reforzados con una capa de laca que no sólo da brillo al resultado final sino que sirve también de protección de la propia pintura contra la erosión y la acción de los elementos. Son necesarios trescientos ochenta litros de pintura y una semana de trabajo, y eso que actualmente sólo se aplica una capa, algo que reduce el peso y permite ahorrar combustible, emitiendo menos gases contaminantes. Este sistema ha sido premiado por la revista Actualidad Económica como una de las Mejores Ideas del Año.