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Relais Royal chateau frances siglo XVIII Mirepoix es una encantadora y pintoresca villa situada entre Carcasonne y Foix. Fue fundada en la Antigüedad por los fenicios pero su imagen actual corresponde a la Edad Media, ya que conserva el casco urbano de entonces; algo especialmente interesante si se tiene en cuenta que en el siglo XIII fue prácticamente la capital de la herejía cátara. Precisamente en su centro, en el corazón de la bastide, se alza una aristocrática mansión reconvertida en hotel y que constituye el mejor alojamiento de toda la región de Ariège: el Relais Royal. Este palacete construido en 1742 por Malroc de Lafage está considerado un Relais & Chateau y catalogado con 4 estrellas. Paredes de piedra cubiertas de hiedra, un agradable patio interior que se transforma en terraza del restaurante si el tiempo acompaña, decoración vanguardista, suelos de tarracota, una distinguida escalera central con barandilla de hierro forjado, artesonados en los techos e incluso una pequeña piscina climatizada -aunque al aire libre- con tumbonas forman el atractivo del lugar. Éste alza su sobria majestuosidad en la Rue du Maréchal Clauzel 8 y es propiedad de Gogier van den Biggelaar y Gerwin Rutten, que tratan de ofrecer sus huéspedes un servicio que combine elegancia, hospitalidad y alta cocina. Para el alojamiento disponen de 9 espaciosas habitaciones -de las que 4 son suites-, cada una con carácter propio y, en algún caso, con elementos decorativos originales, como las puertas de madera de nogal de tiempos de Luis XIV. Techos altos, aire acondicionado, baño vintage de lujo, TV LED, conexión Wi-Fi y ADSL, camas de gran tamaño y bandeja de bebidas y frutas de bienvenida completan la oferta. Respecto a la gastronomía, el restaurante Le Ciel d'Or, dirigido por el propio Van den Biggelaar (que incluso da clases a los clientes y organiza catas de vinos), presume de nouvelle cuisine con menú degustación -también hay uno infantil- y una espléndida selección de caldos y quesos. La cena se puede preceder de un aperitivo a base de tapas, a partir de las 19:00, en el salón -tiene chimenea- mientras se ojea una revista. Y, para redondear la estancia, la insólita admisión de mascotas por un extra de 15 euros, la misma tarifa que se cobra por el aparcamiento nocturno.
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