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Blogshalcon-Hoteles-Saugerties Lighthouse relax borde Hudson Una de las imágenes que se ligan más estrechamente a la costa Este de EEUU es precisamente la que le da nombre: el litoral atlántico norteño, tan diferente al soleado californiano o incluso al del sur del país, asomado al Caribe. Es una zona donde se agrupan varios estados pequeños y uno de ellos es Nueva York. Allí, a unos 64 kilómetros de Albany, cerca del río Hudson, se alza un encantador hotel alojado en lo que antaño fue un faro: el Saugerties Lighthouse. El faro fue construido en 1869 pero tiene un aspecto algo diferente del que suelen presentar la mayoría. No se trata de la estampa clásica e inconfundible de una torre alta y espigada que imaginas sino de un edificio de ladrillo con aspecto de mansión tradicional en el que la linterna corona un tejado de pizarra. Para redondear aún más su atractivo, el conjunto se alza sobre un pequeño islote en medio de la desembocadura de las aguas del Essopus unido a tierra por un estrecho camino de casi un kilómetro que hay que hacer a pie. El descenso del tráfico fluvial en el puerto de Saugerties y los avances técnicos hicieron que en los años sesenta el faro fuera dotado de un mecanismo automático, con lo que dejó de ser necesaria la figura del torrero y el edificio quedó vacío. En otro lugar probablemente hubiera supuesto el abandono pero allí los vecinos organizaron una campaña para salvarlo, formando una asociación (la Saugerties Lighthouse Conservacy) que lo compró por un precio simbólico, un dólar. Así fue cómo en 1999, tras una restauración, el faro de Saugerties volvía a funcionar pero convertido en un alojamiento muy especial. Porque uno puede buscar allí hospedaje en régimen de bed & breakfast pero también encontrará un museo y una tienda de souvenirs. Un sitio perfecto para una escapada de relax absoluto, disfrutando de la naturaleza del entorno (observación de aves, remo en kayak, natación, sederismo), gracias a que no habrá muchos más clientes: sólo hay dos habitaciones, lo que permite admitir niños y mascotas. Están situadas en el segundo piso, decoradas con cuidado estilo tradicional y desde cuyas ventanas hay espectaculares vistas al Hudson y a las montañas Catskills. Eso sí, suponen compartir el cuarto de baño y la cocina con las dependencias donde vive el encargado, que también es el que se prepara un delicioso desayuno casero con pan de elaboración propia. Para comer hay que acercarse a Saugerties, una villa de cinco millares de habitantes donde se encontrarán varios restaurantes.
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