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Blogshalcon-Hoteles-Seguridad dentro habitacion En alguna ocasión te hablamos de la tendencia actual de los hoteles a instalar cerraduras electrónicas en las puertas de las habitaciones. Es algo cada vez más difundido por motivos de seguridad; o, al menos, ésa es la idea. Pero es una idea que puede resultar algo equívoca: ese tipo de cierres no garantizan que un amigo de lo ajeno se las arregle para entrar y te desvalije porque, al final, los ladrones siempre están a la última en lo que a tecnología se refiere. Y para que lo veas más claro, te vamos a hablar de un caso que hemos encontrado en El blog de Enrique Dans, que él explica bajo el título Sobre hackers, hoteles y puertas. La referencia es el modelo de cerradura HT24 de la empresa Onity, una de las más frecuentemente instaladas en los establecimientos de todo el mundo. Consiste en una manilla metálica con la correpondiente ranura superior para introducir la llave-tarjeta. Ahora bien, aunque a ojo pase desapercibido, porque queda fuera del ángulo de visión, en la parte inferior hay una pequeña toma para datos. Es el talón de Aquiles del asunto. Resulta que el año pasado, en una conferencia sobre seguridad, un ingeniero de software presentó un informe en el que demostraba que ese minúsculo y semioculto puerto podía ser manipulado por cualquiera que quisiera entrar en la habitación sin tarjeta. Simplemente bastaba fabricar un sistema electrónico básico basado en la plataforma Arduino, un hardware diseñado precisamente para abrir puertas, y enchufarlo a ese conector para que el intruso tuviera acceso disponible. Lamentablemente, la empresa fabricante de la HT24 no dio demasiado crédito al informe argumentando que era algo muy complejo. Al poco tiempo aparecieron varios vídeos en YouTube describiendo cómo fabricar ese dispositivo y camuflarlo en una carcasa de smartphone o un rotulador grande... y empezaron a registrarse robos en los hoteles, en los que los ladrones entraban así. No sabemos si finalmente se habrá tomado algún tipo de medidas para reformar las cerraduras y, en cualquier caso, es algo más bien excepcional. Pero sirve para recordarte que la habitación donde te hospedas no es un sitio invulnerable, que al menos una vez al día entrará alguien del servicio a arreglarla y que para evitar tentaciones o despistes casi todos los establecimientos ofrecen hoy cajas fuertes para guardar el dinero o las cosas de más valor. Tampoco es que las cajas sean a prueba de robos, pero si cambias la contraseña predeterminada por otra que sólo sepas tú al menos se lo estarás poniendo más difícil al intruso. Y esto vale también para el equipaje. Dejar la maleta bien cerrada cuando no estés puede ser disuasorio. Ni en este caso ni en anterior es probable que el ladrón intente dar con la clave porque su técnica suele barase en la rapidez: estar el menor tiempo posible; si no puede a la primera seguramente buscará otra caja o maleta más fácil.
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