Un día en el Polo es un proyecto joven. ¿Cómo y cuándo comenzó?

Todo comenzó hace dos años. Siempre hemos hecho fotos y vídeos en todos nuestros viajes, por lo que la idea del blog surgió de forma natural. Además, con el blog dábamos respuesta a las peticiones de nuestros amigos por conocer nuestros viajes y el modo en que los organizábamos. Nuestra intención es que sirvan de ayuda a otras personas para organizar sus itinerarios en base a nuestras experiencias personales del mismo modo en que nosotros nos hemos nutrido de las aportaciones de otros.

Soléis tener los itinerarios bastante organizados ¿Dejáis paso a la improvisación en alguna ocasión?

En cada viaje hay cosas imprescindibles que no se pueden dejar en manos del azar. Nuestras rutas nacen tomando como base esas localizaciones y van evolucionando a medida que nos vamos informando de horarios, medios de transporte de los destinos, posibles itinerarios...  Procuramos buscar los medios que nos permitan asegurar que no dejaremos nada importante. Se trata, en realidad, de definir de una manera general los grandes traslados y, una vez en viaje, adaptar las rutas más locales a los tiempos de transporte, los horarios y eventos de interés de cada sitio. Por ejemplo, en Chicago vimos que había una representación de los Blue Man Group y no quisimos perdérnosla. Otras veces, hay que modificar el itinerario por otros motivos, como en Islandia donde no pudimos subir a ver el glaciar del Snaeffels por motivos de seguridad y empleamos ese tiempo en conocer el parque natural y un túnel de lava que descubrimos sobre la marcha.

Habéis viajado bastante en coche por Europa. ¿Qué ventajas e inconvenientes tiene emprender una ruta en coche de tantos kilómetros?

Como ventaja destacaríamos que puedes ir tan lejos como puedas y quieras, puedes ir a lugares a los que de otro modo tendrías difícil acceso o llevaría mucho tiempo y, ocasionalmente, te puedes ahorrar algunas noches de hotel en países como Francia y Alemania, por ejemplo. Además, te permite llevar una buena cantidad de víveres y de cosas que de otro modo no llevarías, sobre todo si tienes que volar en compañías low-cost.

El inconveniente principal es que te tienes que preocupar del estado del vehículo, de dónde lo puedes dejar y pagar parkings que en ocasiones son prohibitivos, como pasa en Holanda. Por otro lado, para quienes no disfruten conduciendo o para los temerarios al volante, no es nada aconsejable esta modalidad de viaje. Imprescindible: una guía de carreteras y GPS con mapas actualizados de la zona a recorrer.

Islandia ha sido uno de vuestros  objetivos.  ¿Cuál es la mejor forma de recorrer la isla y qué tres  visitas imprescindibles recomendáis  hacer en ella?

La mejor forma de recorrerla es, sin duda, en coche. Su infraestructura de transporte público es limitada, por lo que es casi la única opción. Nuestra recomendación para una primera visita, es alquilar un turismo, recorrer la Ring road y ver los pueblos y accidentes geográficos al paso. En una segunda ocasión, para gente con cierta preparación y pericia al volante, se pueden plantear una serie de rutas para visitar las tierras altas con un todoterreno (tomando las precauciones recomendadas).

Es realmente difícil elegir sólo tres lugares de entre todas las maravillas que ofrece Islandia. Se trata de un país sorprendente en el que quedarse absorto en cada detalle y en cada paisaje.

Destacamos la península de Sneffels, por ser un resumen a escala del país (playas negras, glaciares, verdes prados y la mismísima entrada al centro de la Tierra); la zona de Krafla y Mivatn, con paisajes como de otro planeta; y, por último, Jökurlsárlón, donde el impresionante Vatnajökull (tercera masa de hielo de la Tierra) bota sus icebergs con rumbo sur.

Vuestro próximo destino será China.  ¿Qué recorrido tenéis pensado hacer y cuántos días va a durar este viaje y qué esperáis de esta aventura asiática?

Nuestro itinerario nos llevará a recorrer China durante 21 días aterrizando en Shanghái y con vuelta desde Pekín. Entre otras ciudades, visitaremos Guilín, Xian, Datong y pasaremos por Pingyao, Yangshuo, Longsheng, Suhzou y Hangzhou. Nuestro recorrido está detallado en nuestro artículo "China, ¡allá vamos!"

En China esperamos encontrarnos con una cultura diferente en todo punto a lo que estamos acostumbramos en occidente: una arquitectura emblemática, una gastronomía distinta, gentes que entienden la vida de otro modo y paisajes únicos. En definitiva, una experiencia nueva y enriquecedora.