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Hotel grua holandesa Como ya hemos dicho en alguna ocasión, hoy en día es posible alojarse casi en cualquier sitio que salga de la imaginación. Por raro que sea el lugar, se puede hallar la forma de habilitar en él un estrambótico hotel que sirva para satisfacer las ansias de los viajeros más friquis. Y uno de los más insólitos que existen está en la ciudad holandesa de Harlingen, cerca de Amsterdam: el Harbour Crane o Havenkraan Van Harlingen. ¿Qué tiene de especial este establecimiento? En primer lugar que consiste en una única habitación, eso sí, de lujo. Pero, sobre todo, que se halla en lo alto de una grúa del puerto, con espléndidas y panorámicas vistas al mar de Wadden desde muchos metros de altura. Una mole de acero que se construyó en 1967 y trabajó cargando y descargando barcos de Rusia y Escandinavia hasta el año 2001, en que terminó su vida útil. Sólo que en vez de retirarla y desguazarla, se decidió su transformación en este original hotel, que estuvo listo dos años después. De hecho el mecanismo aún funciona y, así, los clientes no sólo pueden subir en ascensor hasta la antigua cabina de control, a 17 metros sobre el suelo y que es donde se alojarán, sino también contemplar todo el mundo a sus pies gracias a que dicha cabina gira 360º para obtener las mejores perspectivas: el mar, el faro, el puerto y la ciudad, cuyo centro está muy cerca. La habilitada cabina mide 60 metros cúbicos pero a pesar de tan limitado espacio se han colocado un dormitorio con salita, TV y DVD, sistema de ventilación y un baño con ducha. De todas formas los claustrofóbicos tampoco deben preocuparse porque, aparte de los grandes ventanales, hay una pequeña terraza con balcón perfecta para tomar el desayuno al aire libre. Eso sí, dadas las limitaciones de sitio sólo pueden alojarse dos personas. La tarifa por noche es de 319 euros. La grúa mide 49 de altura y está catalogada como Monumento Industrial. Situada en el Dokkade 5 del puerto de Harlingen, se da la curiosa circunstancia de que no constituye el único hotel raro de la ciudad, pues también hay uno en el faro y otro en una antigua lancha de salvamento marítimo; los tres pertenecen a la misma empresa, Vuurtoren Van Harligen.
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