Si alguien te pregunta que dónde hay volcanes en España, lo primero que cualquiera diría es "las Islas Canarias" ¿Verdad? Sin embargo, mucha gente desconoce que hay volcanes en España que, aun no estando activos, en algún momento de la historia tuvieron su papel importante en la geología.
Volcanes en España:
La Garrotxa (Gerona)
Es la zona volcánica mejor conservada y en la que más se pueden distinguir los volcanes con su forma clásica. Además, toda la zona está protegida mediante la figura de
Parque Natural de la zona volcánica de La Garrotxa y cuenta con numerosas rutas guiadas, parkings para los visitantes y zonas de interpretación.
Esta zona cuenta con 40 conos volcánicos y más de 20 coladas de lava perfectamente identificables esparcidas en los 11 municipios que conforman esta zona, entre los que están algunos que te sonarán, como Olot (capital de la comarca), Castellfollit de la Roca o Mieres. Entre todos los volcanes destaca uno por encima de todos: el Volcán Croscat es el más joven, con unos 17.000 años, y en la colada que formó la lava de la última erupción, hace 11.500 años, se asienta el Hayedo de Jordá, único en toda la Península por crecer, precisamente, en la falda de un volcán.
Si además de los volcanes también te gusta la Historia y, más en concreto, la Edad Media, en esta zona de
Cataluña está uno de los mejores legados de la arquitectura románica de toda España. Para disfrutarlo, no dejes de visitar los municipios de Besalú y Santa Pau.
Campo de Calatrava (Castilla-La Mancha)
Esta ruta por los volcanes en España, comienza en
Castilla-La Mancha, más en concreto en la provincia de
Ciudad Real. Allí, acompañados de un aeropuerto sin aviones y de miles de cernícalos primilla descansan numerosos cráteres y fracturas magmáticas que llevan descansando miles de años.
Entre todos los volcanes que componen esta zona destaca el volcán y laguna de Peñarroya, declarado en el año 2000 como monumento natural por parte de la
Junta de Castilla-La Mancha y que es uno de los mejores conservados de tipo estromboliano que hay.
Este volcán, al que se puede acceder desde el pueblo de
Alcolea de Calatrava es uno de los albergan en su cráter uno de los famosos 'maares', es decir, lagunas naturales de un alto valor ecológico y que en los últimos tiempos se están tratando de proteger para evitar que se sequen de manera artificial.
Si prefieres dar un buen paseo por la naturaleza, te recomendamos que te pares en la carretera que une Almagro con Aldea del Rey, y que te pongas las botas de montaña. Tras un camino empinado de unos 3 kilómetros aproximadamente, llegarás a lo alto de la Hoya de la Cervera, en cuyo cráter, si has tenido suerte, podrás encontrar una fantástica laguna con un kilómetro de diámetro y 140 metros de profundidad. Si está vacío, baja hasta el centro de lo que en algún momento es laguna y estarás, literalmente, encima de un cráter.
Para hacer toda la ruta por los volcanes del Campo de Calatrava te recomendamos alojarte en el
Centro Ornitológico El Primillar donde, además de aprender sobre volcanes y la historia de las Tablas de Daimiel con su dueño, también podrás conocer de primera mano a los cernícalos primilla y su particular vida de superación.
Cabo de Gata (Almería)
El visitante que llegue al
Cabo de Gata por primera vez se preguntará ¿Dónde están aquí los volcanes? Ni siquiera se ve una forma de montaña con lo que, habitualmente, conocemos por "un volcán". Y es cierto. Hace más de 7 millones de años que no hay ninguna erupción ni actividad volcánica en la zona, así que la erosión y el tiempo han jugado su propio partido desgastando los volcanes que allí existían.
No obstante, lo que se ve actualmente del
Cabo de Gata no es más que la punta del iceberg de un increíble sistema montañoso submarino que conecta todo el Mar de Alborán y que últimamente nos ha dejado algún susto con algún que otro movimiento sísmico de relevancia en toda la Costa del Sol.
Para saciar la búsqueda de rastro volcánico, se puede visitar el Valle de Rodalquilar y su pueblo homónimo, que están situados en una extensa caldera volcánica de 8 kilómetros de diámetro y cuya única salida es por carretera o por la playa de El Playazo. En esta localidad se encuentra también La Casa de los Volcanes, un centro de interpretación de la zona donde podrás ver cómo Steven Spielberg eligió todo este lugar de Almería para rodar algunas escenas de Indiana Jones.