Las experiencias en cada puerto van a ser inolvidables. Y es que además de disfrutar de las actividades y comodidades que te ofrece el crucero y su tripulación durante los días de navegación, las paradas en los puertos más interesantes van a ser parte de la aventura. Ciudades monumentales, repletas de vida y patrimonio te darán la bienvenida.
Table Mountain es la atracción turística más famosa de Ciudad del Cabo, un lugar para admirar las maravillosas vistas de la ciudad desde un lugar privilegiado. Hasta la cima de esta montaña se puede llegar de varias maneras, pero la más utilizada es el funicular de la ciudad, que dependiendo de las condiciones climáticas a veces está cerrado y otras operativo. También se puede subir a pie, pero se tiene que estar en buena forma física ya que son más de 1000 metros lo que alcanza esta montaña. Una vez allí se puede disfrutar de las vistas de los miradores, un espectáculo para los ojos.
El color es uno de las características que hay que destacar del barrio Bo-Kaap. Este lugar también es una visita obligada si se llega en crucero hasta Ciudad del Cabo. El distrito fue ocupado hace siglos por los esclavos malayos que se asentaron en esta zona de la ciudad, muy cerca de Signal Hill por lo que actualmente casi todo aquel que habita aquí es de descendencia musulmana. El barrio, además de su interesante historia, es muy vistoso ya que las fachadas de las casas están pintadas de vivos colores.
Long Street es un lugar perfecto para conocer la historia de esta ciudad y también del país al que pertenece. Esta calle está repleta de los bellos edificios victorianos que han perdurado con el paso del tiempo y actualmente ofrecen una bella postal de la ciudad. Esta calle además siempre está abarrotada de los locales y turistas, descansando en cafeterías restaurantes o comprando algo en alguna de sus tiendas curiosas. Los edificios más famosos y fotografiados son el The Blue Lodge Hotel y Edificio Carnival Court.
En Ciudad del Cabo hay numerosas playas, pero ninguna es como Camp’s Bay Beach, una playa donde poder admirar el océano y disfrutar de las vistas de la ciudad desde un punto diferente. Además, el lugar es perfecto para pasear o degustar algún plato étnico de la zona mientras se disfruta de la brisa marina. Dependiendo del día, el viento puede soplar más fuerte, por lo que hay que tenerlo en cuenta.