San Petersburgo, la perla del Báltico

A orillas del canal Griboedova, la Iglesia del Salvador sobre la Sangre Derramada es una curiosa iglesia con cinco impresionantes cúpulas. Y es que esta iglesia, que data del año 1883, está hecha de ladrillo rojo y posee unas espectaculares y coloridas decoraciones que la convierten en una obra maestra. Además, en su interior alberga hermosos mosaicos que tampoco deberías perderte.

El Museo del Hermitage es uno de los museos de antigüedades más grandes del mundo. Alberga piezas arqueológicas, antigüedades romanas y griegas, pinturas, arte ruso, arte oriental, joyas, armas, esculturas europeas y mucho más. Además, el museo está formado por cinco increíbles edificios, siendo el más destacado el Palacio de Invierno.

Construida a principios del siglo XVIII, la fortaleza de San Pedro y San Pablo es una ciudadela donde están enterrados los zares desde Pedro I el Grande hasta Nicolás II. Asimismo, esta maravilla de forma hexagonal a orillas del río Nevá alberga tesoros en su interior destacando una catedral con una torre campanario que supera los 120 metros de altura.

A menos de 30 kilómetros de San Petersburgo, se encuentra el majestuoso Palacio Peterhof, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Asimismo, destaca por su estilo arquitectónico barroco, sus jardines, sus fuentes y sus terrazas. Además, este palacio que fue residencia de los zares hasta 1917, posteriormente se transformó en museo.