Esta verdadera casa alsaciana, que data del siglo XV, con sus entramados y materiales nobles de la región, le propone habitaciones totalmente diferentes unas de otras. Un restaurante selecto y un espacio donde relajarse con piscina, jacuzzi, sauna y masajes.
Situado frente por frente de la histórica puerta de los hospicios civiles de la ciudad de Estrasburgo, a 5 minutos andando de la catedral de Estrasburgo.
Se trata de una de las realizaciones arquitectónicas más bellas del siglo XVIII francés. La composición noble y clásica de sus fachadas y la decoración suntuosa de sus interiores definen su espíritu y encanto. Transformado en residencia imperial y real tras la revolución, el palacio alberga, desde 1870, el museo arqueológico, el museo de Artes decorativas y el museo de Bellas Artes.