El Blanq Carmen Hotel es un encantador establecimiento ubicado en el corazón de Valencia, diseñado para ofrecer a sus huéspedes una experiencia única y personalizada. Con solo 25 habitaciones, cada una de ellas cuidadosamente decorada y equipada con todas las comodidades modernas, el hotel garantiza un ambiente acogedor y exclusivo. Las zonas comunes y el resto de las instalaciones han sido pensadas para el máximo disfrute de los huéspedes, proporcionando un entorno elegante y relajado donde cada detalle ha sido considerado con esmero. Desde la recepción hasta el restaurante, el personal del Hotel Del Carmen se dedica a brindar un servicio atento y personalizado que hará que cada estancia sea inolvidable. En la parte superior del edificio se encuentra una de las joyas del hotel: su magnífica terraza. Aquí, los huéspedes pueden deleitarse con las impresionantes vistas panorámicas de la ciudad de Valencia mientras disfrutan de un momento de tranquilidad. La terraza también cuenta con un jacuzzi climatizado, disponible durante la temporada de verano, que ofrece la oportunidad perfecta para relajarse y desconectar del bullicio urbano. El Blanq Carmen Hotel combina la comodidad y el lujo en un entorno urbano, haciendo que cada visita a Valencia sea una experiencia memorable.
El Blanq Carmen Hotel se encuentra estratégicamente ubicado en el corazón del casco antiguo de Valencia, en el vibrante barrio del Carmen. Este barrio es conocido por ser el epicentro de la vida cultural y social de la ciudad, repleto de bares, restaurantes y tiendas que ofrecen una experiencia auténtica y dinámica para los visitantes. El hotel se sitúa junto a las emblemáticas Torres de Serranos y frente a los encantadores jardines del Turia, proporcionando un entorno pintoresco y relajante. A tan solo cinco minutos a pie, los huéspedes pueden visitar la majestuosa Catedral de Valencia, el icónico campanario del Miguelete y la Basílica de la Virgen de los Desamparados. También en las cercanías se encuentran el Museo de Bellas Artes, el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM), las ruinas romanas, la histórica Lonja de la Seda, el Mercado Central y el Museo Nacional de Cerámica, ofreciendo una rica diversidad de atracciones culturales e históricas. El Blanq Carmen Hotel está excelentemente comunicado con el resto de la ciudad. Para llegar desde el Aeropuerto de Valencia, se puede tomar la línea 3 o 5 del metro hasta la estación de Xàtiva y luego un corto trayecto en autobús o taxi. El puerto de Valencia y la playa de la Malvarrosa son accesibles mediante transporte público, al igual que la Ciudad de las Artes y las Ciencias, el Oceanogràfic y el Palacio de Congresos. La ubicación del hotel facilita explorar todos los rincones de Valencia con comodidad y facilidad.
Blanq Carmen Hotel te ofrece una experiencia de alojamiento única en sus 25 habitaciones, cada una diseñada para tu máximo confort. Disfruta de un clima perfecto con aire acondicionado frío/calor, y mantente refrescado con el minibar. Relájate viendo tus programas favoritos en la TV de plasma y aprovecha el secador de pelo para un look impecable. La caja fuerte garantiza la seguridad de tus pertenencias, mientras que el set de amenities de bienvenida añade un toque especial a tu estancia. Cada detalle está pensado para que te sientas como en casa, con la calidad y el servicio excepcionales que nos caracterizan.
En Blanq Carmen Hotel, ofrecemos una amplia variedad de métodos de pago para su comodidad. Aceptamos Visa, MasterCard, American Express, Maestro y Diners Club. Nos esforzamos por proporcionar una experiencia sin complicaciones para nuestros huéspedes, garantizando opciones de pago seguras y convenientes durante su estancia.
Es una puerta de la muralla bajomedieval. Fue construida por el maestro Pere Balaguer en el siglo XIV con el objetivo de defender uno de los accesos más usados de la Valencia antigua. Está formada por dos cubos pentagonales que flanquean la puerta que consta de un arco dovelado de medio punto. La fachada interior tiene grandes aberturas rematadas en arco, concebidas como tribunas. En el siglo XVI fue convertida en cárcel de nobles y caballeros, manteniendo su uso hasta 1887.