Los síntomas del Jet lagson de lo más temido por los viajeros. Después de un largo viaje en avión, el cuerpo se resiente a causa de un desajuste de lo que conocemos como reloj biológico, ese mecanismo que establece los periodos de sueño y vigilia. El malestar general, el cansancio, la fatiga, insomnio de noche, somnolencia de día y malestar estomacal son los síntomas más característicos de este trastorno. Para evitarlo entran en juego varios factores:
El sueño, factor principal. Es importante variar las costumbres horarias algunos días antes, ir retrasando o adelantando la hora de irse a dormir, según la franja horaria de nuestro destino. Una vez en el avión y para no perder horas de sueño conviene dormir a bordo si cuando el vuelo aterrice es de noche y al contrario, mantenerse despierto si es de día cuando lleguemos.
Hidratación. Beber agua es fundamental, el cuerpo ha de estar hidratado. Por el contrario hay que evitar la cafeína y sobre todo el consumo de alcohol. Mojarse la cara también es una buena idea para mantenerse despierto y despejado.
Alimentación. A pesar de lo que pueda parecer, los alimentos que tomamos también pueden afectar a los pasajeros de vuelos largos. A pesar de que hay estudios que afirman que el ayuno evita el jetlag, está comprobado que los efectos son menores si la comida se ingiere en poca cantidad y con más frecuencia. Las frutas y verduras frescas son muy recomendables.
Qué llevar en el vuelo. Si vas a dormir, conviene que lleves un equipaje de mano con todo lo que vas a necesitar: tapones para los oídos, almohada de viaje, antifaz o gafas de sol… Otro aspecto fundamental es la ropa. No ha de apretar la cintura, y conviene llevar algo que abrigue por si acaso, pero no en exceso. El calzado también ha de ser cómodo.
Hay que moverse. Conviene hacer estiramientos cada hora u hora y media, al menos. El cuello, los brazos y las piernas se tienen que mover, estirar y contraer. Evitar cruzar las piernas y dar un paseo por el avión son opciones para favorecer la circulación,
Sobre todo… relax. Pueden ayudar a relajarte unos simples ejercicios de respiración. Un estado de ánimo tranquilo y sosegado que huya de las preocupaciones y los nervios es fundamental. Recuerda que en la mayoría de las ocasiones viajamos para disfrutar.
C. González