Carlos Baiz navega por el mundo del marketing turístico y de vez en cuando se embarca también en interesantes aventuras viajeras. Hoy nos mata de envidia contándonos un recorrido por Atenas y las islas Cícladas a bordo de un curioso y exclusivo barco, un motovelero que le llevó a conocer las maravillas del Egeo. 

[caption id="attachment_23870" align="aligncenter" width="550"] El Galileo en Paros[/caption]

¿Cuál fue el itinerario de este viaje?

Volamos desde Madrid con Air Europa vía Roma y luego continuamos hasta Atenas con otra compañía miembro del Skyteam.

[caption id="attachment_23871" align="alignright" width="238"] Explorando Paros, una isla con mucho movimiento.[/caption]

El itinerario completo del viaje fue de 9 noches, pasando 2 noches en Atenas (una a la llegada y otra después del crucero) y 7 noches por las Islas Cícladas.

En Atenas aprovechamos los dos días para conocer la ciudad y visitar la Acrópolis  ¡Una de las mejores experiencias de mi vida! Nos alojamos en un hotel de diseño que se llama Fresh Hotel,  ubicado por la zona de Ominia, y con una espectacular terraza con vistas a la Acrópolis y toda Atenas.

La ruta del crucero fue por las islas Cícladas: Egina, Syros, Delos, Mykonos, Paros y Antiparos, Ios y Santorini, a bordo del Galileo, un velero de 48 metros de eslora de la naviera griega Variety Cruises.  Una auténtica experiencia.

¿Es complicado adaptarte a un medio para viajar al que no estás acostumbrado? ¿Cómo es la sensación de estar en el mar durante  un tiempo?

En nuestro caso la adaptación fue estupenda. No sentimos ningún tipo de malestar o sensación de mareo. El barco, aunque es un velero, por sus características de crucero navega a motor. La navegación es a sólo a 11 nudos, que son unos 20 km/h. A pesar de la lenta navegación, nuestra ruta original fue modificada como consecuencia del  Meltemi (un tipo de marea en el Egeo). De hecho, nuestro Capitán lo mencionó el primer día a bordo: el objetivo principal del viaje es disfrutar de la navegación, por lo que cualquier incremento del nivel del oleaje la ruta sería modificada.

[caption id="attachment_23876" align="aligncenter" width="495"] Charlas, lecturas y puestas de sol en la cubierta[/caption]

La sensación de navegar en un barco de este tipo es increíble. El viaje es 100% panorámico, disfrutando de majestuosas vistas. Desde cualquier punto del barco podíamos apreciar un sinfín de paisajes. Aunque nuestro sitio preferido era la terraza, que tenía hasta una mini piscina.

Se trata de un viaje diferente, en el que se paga una diferencia de precio con respecto a otros modos de conocer las islas ¿Merece la pena?

¡Y mucho! Éste ha sido uno de los mejores viajes que he hecho. No sólo por el entorno, sino por la experiencia del crucero en sí. Es un concepto totalmente distinto al viaje del crucero tradicional.

El barco dispone sólo de 25 cabinas, por lo que la capacidad máxima es de 50 pasajeros. Cosa que lo hace muy íntimo y exclusivo. Nada masificado.

La atención a bordo es totalmente personalizada, con una tripulación muy gentil, amable y hospitalaria.

Además, el barco hace paradas en alta mar para que los pasajeros disfruten de un baño en las aguas del Egeo. Todo un lujo.

Otro aspecto muy importante es que al ser una embarcación relativamente pequeña, las paradas en las islas se hacen directamente en el muelle de las principales marinas. Una gran ventaja ya que estás a un paso del corazón del destino.

[caption id="attachment_23890" align="aligncenter" width="495"] Vistas del Partenón (Atenas)[/caption]

El régimen a bordo es de media pensión, siempre el desayuno y variaba entre la comida o la cena, dependiendo de la hora de llegada al destino. Esto nos suponía una gran ventaja, porque así podíamos pasar mucho más tiempo en las islas, poder explorar con tranquilidad, tener tiempo para realizar excursiones, probar la gastronomía local y disfrutar en sí del viaje.

Afortunadamente el viaje fue una invitación por parte de Variety Cruises, pero la relación calidad precio es muy buena debido al tipo de crucero que se trata, su exclusividad, experiencia y atención a bordo.

No nos podemos ir sin...

Una buena guía de viajes. En nuestro caso fue la guía Lonely Planet de Islas Griegas. Un gran soporte en todos los destinos que visitamos.

[caption id="attachment_23897" align="aligncenter" width="495"] Ensalada griega y cerveza[/caption]

La comida griega es una de las más apreciadas: ¿Con qué platos te quedarías?

Probamos una gran variedad de comidas típicas, pasando de las más conocidas como la musaka, la ensalada griega, la pikilia, gyros, dolmades, entre muchos otros. Pero el yogurt griego que servían en el barco, era toda una delicia.

Tampoco podemos olvidar el frappuccino, una bebida muy apreciada en el verano.

[caption id="attachment_23879" align="alignright" width="214"] Atardecer en Mykonos[/caption]

Un momento y un lugar de ese viaje que grabaste en tu memoria

Son muchos los momentos que tenemos guardados en un viaje como éste, lleno de contrastes de paisajes, que van desde

espectaculares playas, hermosos pueblos, lugares ancestrales, ruinas, arte, cultura e historia.

Pero si tenemos que elegir dos, los más destacados son:

El primero, disfrutar del atardecer en el Jackie O’ de Mykonos escuchando Madame Buterfly de fondo. Todo un espectáculo.

El segundo. El Partenón y sus vistas. Una visita imprescindible. Una auténtica experiencia. Majestuoso, imponente, místico. Pasamos horas contemplando tal magnitud artística que veis en la foto de arriba.

Os invito a visitar la galería de Pinterest si os habéis quedado con ganas de más.

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