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Tapas Málaga   Málaga es una ciudad llena de arte y de encanto que conquista a todo el que la visita. Exactamente lo que me pasó a mí. Cada vez que voy descubro nuevos lugares y rincones. Empezando por su centro histórico con la Catedral, la Alcazaba y el Teatro Romano hasta la Ruta de los Pueblos Blancos entre Málaga y Cádiz en la que me adentré en la Andalucía más profunda y conocí de cerca su cultura, artesanía, tradiciones y por supuesto su gastronomía. Hoy quiero dedicar este post precisamente a este último punto, la gastronomía y hacer un recorrido por los sitios más típicos para comer en Málaga. Para empezar bien el día hay que arrancar con un buen desayuno y eso los malagueños lo cumplen al pie de la letra. En cualquier bar de la ciudad podrás disfrutar de un típico mollete de lomo en manteca “colorá”. Tómate el primer café de la mañana en una de las cafeterías más populares: el Café Central. Eso sí, deberás ir con los deberes hechos porque pedir un café en Málaga es todo un reto: nube, corto, entrecorto, mitad,… ¿sabrás cuál es el tuyo? A media mañana, vayas donde vayas, si vas a hacer el aperitivo, acompáñalo de un delicioso vermut casero o de un pajarete, que es uno de los vinos dulces más tradicionales con Denominación de Origen Protegida Málaga. La Antigua Casa de Guardia es una bodega que se fundó en 1840 por Don José de la Guardia, al que debe su nombre y tiene una gran variedad de vinos. Tiene una enorme barra detrás de la cual están todas las barricas cada una con la inscripción del vino que contienen. Tienen una pequeña cantidad de tapas para acompañar, como gambas hervidas, banderillas y mejillones. Es un lugar que me encanta para tomar el aperitivo ya que es muy auténtico y se conserva como antiguamente. De hecho te llamará a atención que las comandas las apuntan a mano en la barra con una tiza. Otro lugar que debes visitar durante tus vacaciones en Málaga es el Mercado de Atarazanas, situado en pleno corazón de la ciudad. Es un lugar muy ambientado y perfecto para tomarse el vermut acompañado de unas aceitunas aloreñas con el aderezo tradicional de la zona y una tapa de pan con zurrapa. Ya sea para comer o para cenar no puedes irte de Málaga sin pasar por El Pimpi.  Es una bodega muy popular donde podrás degustar la mejor cocina tradicional andaluza. Todo allí tiene sabor marinero, un lugar que no se ha modificado en los últimos 60 años, lo que forma parte de su característico encanto. La noche menos esperada puede convertirse en una improvisada fiesta al ritmo de una guitarra española, acompañada de las palmas y cantes de cualquiera que se anime. Está situado frente al Teatro Romano y la Alcazaba. Sin ánimo de entrar en polémica hablaré de la deliciosa porra antequerana, que vive en eterno “conflicto” con el salmorejo cordobés, puesto que son dos platos muy similares y continuamente se discute su origen. Lo mejor es probar ambos y, a poder ser en su lugar de origen. Uno de los mejores lugares para disfrutar de la mejor porra antequerana es, sin duda el pueblo del que procede, Antequera, un pueblo precioso al que merece pegarse un salto. Si te decides a hacerlo, aprovecha también para ir a comer a algún antiguo cortijo o a cenar en el restaurante de un hotel-convento. Algo que no puede ser más característico de Málaga y que no encontrarás en ningún otro lugar son los espetos de sardinas, asados con leña en la arena de la playa. Acércate a Pedregalejo y pruébalos en cualquiera de sus chiringuitos de playa. Uno de los más populares entre los malagueños es Miguelito el Cariñoso, que destaca además de por la comida, por la amabilidad y la simpatía del personal. En el centro de Málaga, el tapeo y el típico “pescaíto frito” son fáciles de encontrar, pero uno de los sitios más concurridos es La Campana, por sus ricas y generosas raciones tanto de marisco como de frituras. Saliendo un poco de lo típico y tradicional del lugar, hay un restaurante al que vuelvo siempre que visito Málaga y que creo que merece una mención. Se llama Rocío Tapas y Sushi, un curioso lugar que combina las tapas españolas con algunos platos de cocina japonesa como el sushi. Es un pequeño local que ofrece platos originales y de gran calidad. En Málaga y alrededores hay cientos de lugares para disfrutar de su rica gastronomía tradicional, por lo que es casi imposible probarlo todo si tan solo estás unos días. Pero como yo digo, dejarse cosas pendientes siempre es una buena excusa para volver.  
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