[caption id="attachment_12270" align="alignright" width="278"] Miguel Páez en Laponia, cámara en mano[/caption] "Mi nombre es Miguel Páez, soy informático de profesión y fotógrafo de destinos turísticos. Todo esto conlleva que sea un amante de las nuevas tecnologías y las redes sociales, por este motivo decidí comenzar el blog e investigar más el mundo online.

Además, mi vida ha sido un poco nómada, siempre de un lado para otro, por eso estoy muy vinculado al turismo e igualmente a los viajes por todo el mundo, de los cuales me gusta siempre tener un buen recuerdo y de ahí viene también mi pasión por la fotografía.

Entre tanto blog, tanto viaje y tantas redes sociales, tengo entre manos un par de  proyectos que espero vean la luz próximamente y poder contároslo.

Kebrantín nace de una idea que hace tiempo tengo en la cabeza sobre los “kebraderos” de cabeza que tenemos en nuestro día a día, bien en el trabajo, en casa, con nuestros amigos y en general con la vida en toda su extensión. Me propuse cambiar los hábitos que tenemos hoy en día, que prácticamente todo son problemas (con el jefe, con los vecinos, con el internet que no funciona, que no hay agua caliente, etc…).

En Kebrantin encontraréis algo para que quitarnos esa monotonía que tenemos en nuestras vidas y porque la vida son dos días y hay que disfrutarla todo lo que se pueda. ¿O no creéis?"

 Primero de todo, es un honor que hayáis pensado en mí para realizar esta entrevista viajera. La primera pregunta de todas y creo que es una de las más difíciles de responder, ya que hay tantos destinos que he visitado que no podría quedarme solamente con uno. Pero ya que estamos me voy a mojar un poco y me voy a decantar por mí último viaje que fue a Suecia, exactamente a la Laponia. ¿Por qué?, la elección de este destino, ha sido más que nada porque es muy difícil que se den todas las condiciones como para tener todo tipo de experiencias positivas sobre el destino, clima, personas, actividades, experiencias vividas, etc... Pero sobretodo por sus Auroras Boreales.

Este viaje a la Laponia Sueca, lo realice a finales del mes de marzo, exactamente en la última semana, que en mí parecer es una época perfecta para visitar este destino, ya que para las personas que no están acostumbradas a tanto frío pueden llegar a disfrutar del destino al 100%, sin pasarlo mal debido al frio extremo de la zona.

A este destino tuve la suerte de poder ir con grandes compañeros de profesión, en un vuelo directo desde Gerona a Skellefteå. Aunque realmente directo para mí no fue… más que nada, porque yo emprendí mi viaje desde Madrid y tuve que hacer noche en Gerona, ya que desde Madrid no hay vuelo directo a  esta zona de Suecia y poder así embarcar al día siguiente a las 7:15 de la mañana con destino a Laponia.

Durante todo el año me llegan ofertas para visitar destinos, pero este viaje en especial, habían muchos factorespositivos para que me decantara por él, por ejemplo, la experiencia de vivir un viaje rural en otro país que no fuera el de mi residencia habitual, compartiendo con gente del lugar todos los momentos del día, desde el desayuno hasta la cena, haciendo todo tipo de actividades con ellos y también por supuesto, por los preciosos paisajes de la zona. Por decirlo de otra manera y para que me entienda la gente, un turismo diferente al que estamos acostumbrados a hacer.

 Aunque parezca mentira, por la época del año en la que fui a Laponia, la mejor experiencia de todo el viaje fue mientras dábamos un paseo a caballo por la noche en la ciudad de Piteå, exactamente en Stormyrbergets Lantgård, cuando empezamos a ver en el cielo una especie de nube muy estilizada, de la cual estuvimos muy atentos todo el rato que duró nuestro paseo. Me acuerdo perfectamente como si fuera ayer mismo, que mi compañera y yo estábamos diciéndonos todo el rato ,“¿te imaginas que fuera una Aurora Boreal?”, “no creo que sea, ya que la época de las auroras termino en febrero”, “¡pero es que se parece mucho!”, “¿tú que piensas, es o no es?”. Bueno, finalmente cuando terminamos nuestro paseo, ahí estaba la Aurora Boreal, por lo que nos dimos toda la prisa que pudimos, para coger los trípodes e irnos montaña arriba para poder disfrutar de un fenómeno increíble. Al verlo, te sientes tan pequeño… Realmente no os podría explicar lo que se puede llegar a sentir, solo con deciros que de mi boca solo salía durante todo el tiempo la palabra “BRUTAL” y “no me lo puedo creer”. Es más, hoy por hoy no me puedo creer todavía que haya cumplido uno de mis sueños antes de morir, sino fuera por las fotografías que saque ese día. Sin duda, la experiencia y anécdota que tendré durante toda mi vida muy presente.

Recomiéndanos un lugar concreto, una comida y el mejor momento del día en el lugar.

Yo creo que de todo lo que pude visitar de en mí viaje a la Laponia Sueca, lo que recomendaría especialmente sería visitar Stormyrbergets Lantgård. Es una especie de casa rural, con una pequeña granja, que dentro de sus terrenos tiene un monte bastante grandecito donde la familia que lleva la casa, también dispone de una pequeña cabaña a la que se sube en motos de nieve y donde preparan la comida que te la puedes comer sentado en unos troncos que tienen en el exterior, rodeados de naturaleza y metros de nieve a tu alrededor.

Una comida típica y bastante rica que os puedo recomendar, es el reno con setas, patatas a la plancha de acompañamiento y un toque bastante especial que le da una especie de mermelada de arándanos, que te la ponen por separado por si no te gusta el toque dulzón de la mermelada.

Y el mejor momento del día, yo diría que el atardecer a la orilla de los famosos lagos de la Laponia Sueca. Es uno de los paisajes más bonitos del lugar, de esos que te quedas totalmente petrificado mientras admiras el paisaje y meditas mientras desciende el sol.