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Laura Fernández es una apasionada viajera que carga la curiosidad de viajar a cuestas desde una edad muy temprana. Formada como periodista especializada en viajes, esta asturiana radicada en Barcelona buscó y encontró la forma de poder ejercer la vocación que más anhelaba: contar sus viajes a través de su blog Meridiano 180, una idea inspirada en una anécdota de infancia que se ha convertido en una gran plataforma viajera con voz propia. san_miguel_allende

Meridiano 180

¿Cuándo supiste que el periodismo era tu vocación? A los 12-13 años, cuando comencé a comprar la Súper Pop y a escuchar la radio. Pensé que si era periodista sería yo quién les hiciese las entrevistas a los Backstreet Boys (ya está, lo he dicho) y así podría conocerles en persona. Sí, todos tenemos un pasado. Cuéntanos el origen del nombre de tu blog. El nombre del blog es de una broma que siempre hemos tenido mi hermana y yo con mi padre. Viene de cuando salimos a comprar un mapa de Tahití. Ni ella ni yo sabíamos dónde quedaba, y entonces aún no existían los smartphones para buscarlo. Como la dependienta aún tenía menos idea que nosotras optamos por llamar a mi padre. Cuando le preguntamos dónde estaba Tahití su respuesta fue: en el Meridiano 180. Y ahí entramos en un bucle infinito. -Y el Meridiano 180, ¿dónde está? – En la Polinesia francesa - ¿Y la Polinesia francesa? – En el Meridiano 180. Con lo fácil que hubiera sido haber dicho “En el Pacífico, nenas”. Después de eso nos contó que había dos islas pequeñas: Tonga y Samoa que, a pesar de estar una justo al lado de la otra, entre ellas había un día de diferencia. Podías pasar del pasado al futuro en tan sólo unas horas en barco. Además, Samoa también fue el lugar escogido por Louis Stevenson para pasar sus últimos años de vida. Todo aquello me fascinaba, así que empecé a leer y a obsesionarme con el Meridiano 180. Algún día llegaré a él y ya podré morir tranquila. ¿Qué vino primero, tu especialización como periodista de viajes o Meridiano 180? Meridiano 180. De hecho, ahora mismo no sería periodista de viajes si no fuera por el blog. Cuando terminé la carrera tenía muy claro que lo que quería era escribir en revistas y sobre viajes (por suerte la idea de la Súper Pop se esfumó el primer año). De hecho, mi proyecto final de curso fue la creación, junto con otros cinco compañeros, de una revista de viajes. Nos llevamos la nota más alta, aunque de poco nos sirvió. Después de eso yo me vine arriba y comencé a escribir a todas las cabeceras españolas para trabajar en ellas. Nunca obtuve respuesta. Cuando comencé en el mundo online uno de mis jefes me regaló un blog. Desde el primer día me sirvió como terapia para superar mi frustración y depresión por no estar dedicándome a lo que realmente me gustaba. Fui muy cansina, agradezco la paciencia de mis amigos que aún siguen aguantándome. No podía ser periodista de viajes, pero sí sería blogger de viajes. Cuando me ponía con él, me sentía feliz. Hace unos meses, después de siete años intentándolo, volví a escribir a mis revistas de viajes favoritas. Dos de ellas se leyeron mi blog, les gustó y ahora colaboro con ellos. Meridiano 180 fue la llave con la que pude abrir esas puertas. Cuando escribes en tu blog, ¿te ciñes a tu estilo periodístico o escribes bajo otro enfoque? Mi blog ha pasado por todo tipo de estilos. Es tan inestable como su autora. Cuando lo abrí no tenía ni idea de qué era un blog, por lo que todo era malísimo. Muy periodístico y aburrido. Luego lo fui haciendo más mío, aunque me costaba bastante desnudarme ante el lector y pensaba que a nadie le interesaba mi vida. Bueno, lo sigo pensando. Al final he optado por escribir lo que me salga y pensar en qué es lo que me gustaría leer a mí. Creo que algo he mejorado. fiordos_noruega_yo   Dicho esto, ¿es fácil hacer la transición de periodista a blogger? No, no es fácil. Es un lío. Toda la vida te han enseñado a mantenerte al margen de las historias que cuentas y, de repente, tienes que ser parte de ellas. Y no sabes cómo hacerlo sin acabar pareciendo un idiota o un egoblogger, que es peor. Cuando empiezas a hacer pruebas y ves que una foto tuya en la Torre Eiffel capta más atención que el atardecer más bonito del mundo te sientes perdido. No entiendes nada. A la inversa es mucho más fácil. En Meridiano 180 enlazas a la FAADA. Cuéntanos sobre esta fundación y qué significa ser un blogger responsable con los animales. Me alegro que me hagas esta pregunta jajaja ¡Gracias! Viendo la falta de información que hay sobre este tema lo veo imprescindible. FAADA es una organización sin ánimo de lucro que lleva años luchando por los derechos de los animales y para evitar la explotación de los mismos. Lo que pretende es concienciarnos de que hay actividades que todos hemos hecho, o seguimos haciendo, en nuestros viajes que afectan al entorno animal llegándoles a causar la muerte. Por ejemplo, cuando vas a un espectáculo de delfines, nadas con ellos o los besas; Cuando te vas a Asia y decides subirte en elefante; O Cuando te haces fotos con serpientes, loros o monos, con todo ello estás apoyando el maltrato animal. A las crías les separan de sus madres, les domestican mediante el maltrato, se hace un circo alrededor de ellas y, cuando ya no sirven, les matan. Sé que muchas veces se debe al desconocimiento y a la falta de información. Uno cree que el animal está contento de que les toques, aplaudas o los uses. Pero no, ellos no han nacido para que tú tengas una foto o pases un buen rato con ellos. Muchos son animales salvajes y estar en cautividad los mata. Considero que todos los bloggers deberíamos de tener la obligación de ser responsables, porque amar los viajes es también amar su hábitat, y tenemos una herramienta muy potente con la que ayudar a que esta información llegue a todos los viajeros. Algún día lo conseguiremos. Das mucha importancia a la gastronomía en tu blog, ¿tienes preferencia en este tema más que los destinos? No, la verdad es que no tengo preferencia, aunque me gusta probar toda la comida local y disfruto mucho descubriendo platos nuevos. Supongo que a veces me sorprenden tanto que intento compartirlo para que, quien vaya, no se lo pierda. Me gusta mucho llegar a otra cultura y que sea el camarero quién elija por mí lo que voy a cenar según lo más consumido por los locales. Creo que por el estómago también se conoce un país.   Meridiano 180 De los sitios que has visitado, dinos los tres que más hayan cambiado tu forma de pensar o te hayan generado el mayor aprendizaje. Soy muy pesada pero tengo que nombrar Irán. Tenía un concepto de los iraníes totalmente diferente: islámicos, cerrados y un país peligroso. Sin embargo, uno llega allí y se siente como en casa. La gente más hospitalaria que hayas conocido nunca. Te acogen, cuidan que no te falte de nada y te tratan como si fueras uno más de la familia. Además de eso, lo que más me ha sorprendido es su mentalidad abierta y su forma de pensar. Se parecen más a nosotros que muchos de nuestros vecinos europeos. Gambia, porque me enseñaron a que lo único que se necesita para ser feliz es la salud y la gente que te rodea. Aprendí a adaptarme a un entorno en el que no había absolutamente nada y me sentí mucho mejor que cuando estoy en casa, que todo es un estrés. Filipinas. Fue un viaje lleno de adversidades y nos enseñó a no venirnos abajo. A ser prudentes y a no tener miedo. En Manila perdí mi inocencia que me hacía fiarme de todo el mundo. ¿Cuál es el destino que más quisieras conocer y por qué? Me gustaría recorrerme el Meridiano 180 en barco, porque creo que se lo debo al blog, y ya estaría bien tener contenidos sobre el tema. No obstante, cualquier parte del mundo ya me está bien. Lo que más me gusta de los viajes es el conocer, los contrastes, las personas y el entorno. Me da igual dónde. Si te dieran a escoger, ¿Cuál sería tu trabajo soñado? Creo que ser periodista de viajes ya no es un sueño, lo que sí lo es es poder llegar a fin de mes. Puedo sentirme afortunada de trabajar en lo que siempre he deseado, tanto en periodismo como con Travel Estudio, la empresa con la que mis compañeros Juli, Edgardo y yo queremos continuar viajando y haciendo lo que nos gusta dentro de marketing turístico. ¿Te ves de periodista y blogger de forma indefinida? ¿Qué otros sueños te faltan por cumplir? Eso espero, con lo que me ha costado conseguirlo. Lo peor de ser blogger es que, una vez empiezas, el blog se convierte en un hijo y no hay manera de desprenderse de él. Espero que no me falte nunca. Quizá, los dos sueños que me quedan por cumplir sean el hacer un cómic de viajes y la vuelta al mundo tocando el continente africano.  
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