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Hoy los peregrinos llegan emocionados a la tumba del Apóstol Santiago

Viajar a Santiago de Compostela es siempre una experiencia única. El Día de Santiago es fiesta nacional y muchos aprovechan el puente y deciden desplazarse a la playa. Otros sin embargo, hoy llegan a su meta: entrar en la Plaza del Obradoiro después de un largo Camino. El descubrimiento del sepulcro del Apóstol Santiago cambió la suerte de un pequeño asentamiento de origen romano casi olvidado en el noroeste ibérico . El hallazgo tuvo lugar hacia la segunda o tercera década del siglo IX y constituía el fin de la leyenda que ubicaba a Santiago el Mayor en tierras de la antigua Hispania. Desde entonces Santiago de Compostela se convirtió en un lugar sagrado de peregrinaje que se mantiene hasta hoy. Lógicamente, el turismo religioso que se ha montado alrededor del camino tiene su origen cuando los primeros peregrinos se alojaban en las iglesias y conventos de la zona donde les daban cobijo. Curiosidades: La Puerta Santa se abre sólo en Año Santo y esto es, cuando la festividad de Santiago (25 de julio) cae en domingo. La puerta se encuentra en la cabecera, en la parte opuesta a la plaza del Obradoiro y tiene elementos de lo que fue el Coro Pétreo del Maestro Mateo. En la actualidad se accede a la tumba del apóstol a través de dos puertas laterales en la girola. En el arca de plata están depositados los restos de Santiago y de sus discípulos Teodoro y Anastasio. La tradición manda abrazar a la imagen del Apóstol que preside la Capilla Mayor. Una de las joyas más admiradas cuando uno llega a la Catedral, es el Pórtico de la Gloria. Es en este lugar donde se realiza el rito de los coscorrones, en una rama que se encuentra bajo la figura del apóstol y se piden tres deseos. Tras la misma columna hay una figura que la tradición asimila al Maestro Mateo y al que se le dan tres coscorrones con la cabeza “para que transmita su sabiduría y talento”. Y por supuesto: el Botafumeiro. El enorme innecesario de latón plateado, de 80 kilos de peso, está colgado de lo alto del crucero y en ocasiones especiales o pagando, se lanza en honor a la función ancestral de aromatizar el templo. Sin duda, es un verdadero espectáculo ver cómo se balancea y baja a ras de suelo alcanzando una velocidad de unos 70 Km/h y dejanto tras de sí humo e incienso. La Berenguela es la campana que preside la catedral pero que en la actualidad no emite sonido. Para todo peregrino la satisfacción hacer el camino de Santiago es un orgullo y además queda reflejado mediante La Credencial: una certificación que otorgan cuando se realiza al menos 100 km a pie, a caballo o 200 km en bicicleta. Si estás por la ciudad, no dejes de ir a fotografiarte con “Las Marías“ , dos esculturas a la entrada de La Alameda.  Según cuentan, éstas viejecillas vestidas con colores llamativos (no muy acordes con lo que se llevaba en la época) se dedicaban a entablar simpáticas conversaciones con todos los estudiantes que pasaban por su lado. Las Marías Otro personaje típico santiagués que suele estar por la Plaza de Obradorio es el “Zapatones”. Ataviado con el traje antiguo de peregrino se ha convertido en uno de los seres más pintorescos. Si te llama la atención intenta entablar conversación con él y te contará numerosas leyendas sobre la ciudad. Aprovecha el tiempo fresco que suele haber por el norte de España para hacer este camino tan histórico y conocer paso a paso los pueblos y ciudades que irás encontrándote. Éste trayecto es considerado “turismo religioso” pero ante todo, se trata de un turismo de aventura, de descubrimiento,  en el que se conoce gente de todos los lugares del mundo y sobre todo, es una gran experiencia que merece la pena vivirla. A. Pizarro Fuente: Página oficial del Camino de Santiago Foto de las Marías: Flickr/amaianos
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