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El escáner aeroportuario del futuro es español. Se llama TeraScreen y ha sido desarrollado por un consorcio que lidera la empresa hispana Alfa Imaging, con financiación de la Comisión Europea a través de su VII Programa Marco de Seguridad de la UE. Es un proyecto iniciado a mediados de 2013 y que tiene 2016 como fecha para demostrar su eficacia. ¿Cómo? Haciendo un seguimiento del prototipo instalado, de manera experimental, en el Aeropuerto de Bristol. Se espera que consiga agilizar los controles de seguridad al mostrar imágenes más concretas, sin falsas alarmas y sin la polémica exposición anatómica de los modelos actuales. Como sabrás, los escáneres que se usan ahora tienen la particularidad de "desnudar" al viajero, lo que ha desatado muchas críticas por vulnerar la privacidad, especialmente en EEUU, que siempre son un poco más puntillosos en esos temas. Además, los sistemas vigentes presentan dos inconvenientes añadidos: por un lado, requieren atención total por parte de los vigilantes; por otro, el pasajero que pasa el control para embarcar en un vuelo debe detenerse frente al aparato para ser auscultado. Todas estas pegas podrían quedar solucionadas con el TeraScreen. Ello se debe a que funciona mediante la tecnología de ondas milimétricas, similar a la que Alfa Imaging ya aplica en el campo militar para detectar explosivos. El escáner combina un sistema pasivo y otro activo en varias frecuencias de ondas milimétricas y terahercios para analizar la radiación natural que emite el individuo mientras camina por un pasillo que mide de tres a seis metros. Cualquier objeto oculto que lleve encima interrumpirá esa emisión. Mientras, el aparato procesa las imágenes en tiempo real, mostrando la silueta en una pantalla en pocos segundos. Si se produce una de esas interrupciones, un recuadro indica la parte exacta, usando un código de colores para establecer qué tipo de material es: rojo para objetos de metal (pistolas, cuchillos), azul para polvos (droga), verde para líquidos (explosivos, armas bacteriológicas). Lo mejor de todo es que TeraScreen, al contrario que los rayos X, no emite radicaciones nocivas. Y, al no necesitar que los pasajeros se detengan, garantiza su flujo continuo, permitiendo el paso de cuatrocientas personas cada hora, el doble que los controles actuales, con lo que se agilizarán las colas. El presupuesto empleado por la Comisión Europea para el desarrollo de este escáner es de 4,8 millones de euros. El precio que se maneja ahora por una unidad se sitúa entre cien mil y doscientos mil euros, aunque la idea es comercializarlo más ampliamente en el futuro por cincuenta mil, ya que podrá aplicarse también a museos, estaciones, etc.
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