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Lanzarote, una Isla para volver

Cualquier época del año es buena para disfrutar de Lanzarote. Desde estos meses de verano para disfrutar de las playas de la isla, hasta en los meses menos cálidos cuando cada rincón de la isla te ofrecerá una experiencia única.

Y si ya la has visitado en alguna ocasión, repetir, siempre es una gran idea, porque es una isla a la que apetece volver.

¿Ponemos rumbo a Lanzarote?

Los Jameos del Agua

Tenemos que dar las gracias a César Manrique por dar a conocer este lugar único, donde podemos observar como la naturaleza y el arte se dan la mano para formar un paraje singular.

Aprovechando uno de los tubos volcánicos del volcán de La Corona, se creó este curioso espacio formado por el Jameo chico, el Jameo grande y la Cazuela o su increíble auditorio cuya acústica es asombrosa.

Y no nos podíamos olvidar de los diminutos habitantes de los Jameos, unos cangrejos albinos y ciegos. Una especie única en el archipiélago canario y un reclamo más de este curioso lugar.

La Geria

¿Alguna vez has visto un viñedo entre las cenizas de un volcán? Entonces no has estado en La Geria.

Nos encontramos ante un paisaje que parece de otro mundo: tierra negra, cráteres, viñedos y el Timanfaya de fondo presidiendo tal estampa. Es como estar en el espacio, pero con un buen vino, concretamente la variedad de la zona, se llama Malvasía, aportando unos matices singulares.

Así que, si eres un amante del vino, te invitamos a que visites alguna de las bodegas de la isla y nos des tu opinión sobre sus peculiares vinos volcánicos nacidos en un terreno tan singular como único.

Hervideros y Charco Verde

Podría ser perfectamente el escenario de una película de ciencia ficción por el color verde de sus aguas, hablamos del Charco Verde o Charco de los Ciclos. Es una pequeña laguna formada por agua del mar filtrada, que adquiere este curioso tono verdoso, que contrasta con la arena negra de su playa.

Aprovechando la visita hasta el Charco Verde, no te puedes ir sin contemplar la fuerza del mar en los famosos Hervideros de la isla. Como una auténtica olla en ebullición, el océano Atlántico ha moldeado (irregularmente) las montañas formadas por la colada de lava.

Sin duda, el mejor momento para visitar los hervideros es cuando el mar está picado, así las olas entran en las cuevas provocando un estruendo espectacular.

Parque Nacional de Timanfaya

Las Montañas del Fuego son un auténtico paseo por la Luna sin salir de la Tierra.

Curiosamente el restaurante que flanquea el parque nacional usa el calor que emana de la tierra para cocinar algunos de los platos de su carta.

En el Islote de Hilario, el personal del parque nos enseña esta anomalía geotérmica mediante géiseres artificiales y hornos naturales.

¿Qué te parece recorrer algunas de las zonas de este parque en dromedario? Caravanas de dromedarios recorren durante veinte minutos la ladera sur de la espectacular montaña Timanfaya. ¡Qué no se diga que no hacemos nuevos amigos en nuestros viajes!

Y no, no nos podemos ir de Lanzarote sin visitar su playa estrella. ¿Qué de cuál hablamos?

Playa Papagayo

En época estival, Papagayo es uno de los lugares más frecuentados de la isla. Sin embargo, gracias a sus casi dos kilómetros de extensión, no se percibe tal saturación. Pero si visitas la isla en cualquier otra época del año, pocas almas aparecerán por Papagayo. Podrás gozar de un auténtico paraíso privado con playas de arena fina y agua azul turquesa.

Seguramente, nos dejemos un sinfín de lugares emblemáticos de la isla, pero eso lo dejamos en vuestro tejado; porque sí, Lanzarote te está llamando y tienes que conocerla o redescubrirla de nuevo.

¿Preparados para reservar vuestra próxima aventura en Lanzarote?

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