Castillo Templario de Ponferrada (León) Esta fortaleza tiene su origen en los tiempos de los caballeros templarios. Para acceder a él, hay que pasar el puente de piedra que antiguamente era un puente levadizo y a travesar la puerta escoltada por las almenas.  Posee un recinto de más de 8.000 metros cuadrados. De entre las estancias se pueden ver todavía la Casa Grande, la bodega, la sala de armas, patios, salones, las caballerizas alrededor del patio central, el de armas. No faltan al fondo del castillo las torres del Homenaje, del Homenaje Viejo y de los Reyes Católicos. La entrada son 3 euros máximo y los días festivos gratis.

Castillo de Loarre (Huesca) De estilo románico-jaqués con matices orientales podéis descubrir un halo misterioso entre las esquinas del Castillo. Situado a en un lugar privilegiado hace las delicias de cualquiera de los visitantes, transportándoles a otras épocas pasadas. En su interior se encuentra integrada perfectamente la Iglesia de San Pedro. El precio máximo de la entrada es de 3,90 euros.

Castillo de Olite (Navarra) Es más reciente de lo que parece, ya que se construyó durante el reinado de Carlos III. Destaca por sus elementos estéticos, como los tejados levantados en punta. El conjunto monumental incluye el Palacio Viejo (actualmente es un Parador Nacional), el Palacio nuevo con sus fascinantes patios, y las ruinas de la Capilla de San Jorge.  Precio máximo de la entrada es de 3.50 euros.

Castillo de Butrón (Vizcaya) Más parecido a los castillos bávaros que se pueden encontrar en Alemania, cuesta creer que se encuentre esta construcción en nuestro país. En concreto se alza en la localidad de Gatik, a tan solo 20 kilómetros de Bilbao. La vegetación que rodea a la fortificación es mucho más poblada y exótica, dándole un aspecto de misterio. Este castillo no se puede visitar por dentro, pero merece la pena verlo aunque sea por fuera.

Castillo de Coca (Segovia) Sorprende por su buena conservación y porque es uno de los pocos castillos de nuestro país que combina el arte gótico y mudéjar. Se puede observar perfectamente cuando la piedra se funde junto al ladrillo. Fue construido en 1473 por el tercer señor de Coca, Don Alonso de Fonseca. De los Fonseca pasó a la Casa de Alba y después en 1928 lo declararon Monumento Histórico Nacional. Una de las curiosidades de este castillo es que no está construido en el alto, como suele pasar, sino que se alza sobre un profundo foso. La entrada general cuesta 2.70 euros.

El Alcázar de Segovia

Una de las señas de identidad de la ciudad. Está situada entre los dos ríos, Clamores y el Eresma. Ha sufrido dos grandes reformas desde su construcción, la de los Trastámara y la de Felipe II que de hecho, se casó allí con su cuarta mujer, Ana de Austria. Es un castillo que parece sacado de un cuento.  La entrada normal es de 4.50 euros.

Manzanares el Real (Madrid)

Este impresionante castillo tiene fuerza nada más verlo. Cuadrado, construido en piedra, con cuatro torres (tres circulares y la del homenaje) lo convierten en uno de los mejores conservados deMadrid.

Con un total de seis alturas, la galería gótica del primer piso está considerada como la más bella de la arquitectura militar española. La entrada es de 5 euros por persona.

Almodóvar del Río (Córdoba)

Encontrándose en Córdoba nos podemos imaginar que la influencia árabe es uno de sus rasgos más destacados.  Posee en su interior una taberna donde podréis degustar la gastronomía andaluza rodeados del ambiente medieval. También hay visitas teatralizadas para recorrerlo. El precio para los adultos es de 7 euros.

Bellver (Mallorca)

Es el único castillo construido con forma circular de nuestro país. Tanto la muralla, las torres o el patio interior. Es uno de los mejores lugares para poder observar la bahía. En su interior se encuentra el Museo de Historia de Palma de Mallorca.