Una de ellas es Villa Bourtange, situada en el municipio de Vlagtwedde, en la provincia holandesa de Groninga. Este pequeño pueblo se ve con una llamativa forma estrellada desde el aire. Fue construida por Guillermo de Orange en 1593, en plena Guerra de los Ochenta años (1568 – 1648), un conflicto que enfrentó a 17 provincias de los Países Bajos en lucha contra Felipe II por la independencia.
El objetivo de la ubicación de villa Bourtange era poseer el control del paso entre la cercana Alemania y la ciudad de Groninga, lo cual era importante por el control de la ruta comercial.
Bourtange fue un municipio independiente hasta 1822, cuando se fusionó con Vlagtwedde. En 1851, cuando dejó de funcionar como tal, la fortificación se convirtió poco a poco en un pueblo agrícola. El fuerte fue restaurando en la década de los sesenta del pasado siglo y se reconstruyeron diques, rampas…
Hoy es un pueblo muy turístico y completamente amurallado en el que apenas habitan 300 personas pero que recibe cada año a más turistas. Entre sus murallas se puede disfrutar de visitas guiadas, museos, tiendas y algún restaurante y recreaciones de batallas históricas en días especiales.