Expo 92, 25 aniversario
El 20 de abril de 1992 España se abría al mundo. Comenzaba entonces el evento que marcó una época y casi a una generación: la
Expo 92 de Sevilla que, junto con los Juegos Olímpicos de Barcelona del mismo año, hicieron que 1992 fuera el año en el que millones de personas pusieron, por fin, a nuestro país en el mapa mundial.
Situada en la
Isla de la Cartuja, en
Sevilla, la
Expo 92 acogió, según la web oficial, a 112 países, 23 organismos internacionales, 6 empresas y todas las comunidades autónomas de
España. Además, se calcula que fue visitada por 18 millones de personas durante los seis meses que permaneció abierta.
1.- La ciudad
Antes de 1992,
Sevilla era una ciudad cuyos visitantes ya se quedaban maravillados con la arquitectura y la cultura del lugar. Sitios tan bonitos como la Plaza de España,
la Giralda o La Maestranza no se crearon exprofeso para la
Expo 92, por lo que el atractivo de la ciudad hispalense ya era alto incluso antes de la Expo.
No obstante, con la llegada de la
Exposición Universal, hubo una continua lluvia de millones de pesetas en la ciudad, que se transformaron, entre otras cosas, en escenarios como el Teatro Central, el Auditorio y el Maestranza; en la estación de Santa Justa y la llegada del AVE Madrid-Sevilla; la construcción de puentes nuevos, la creación de infraestructuras, como el monorraíl que iba hasta la Expo, o la recuperación del monasterio de Santa María de las Cuevas.
2.- El legado
La
Expo Universal del 92 fue la primera que se organizaba en el mundo después de la de Osaka 1970, y tuvo que ser en España, en
Sevilla, la ciudad típica española que encarnaba lo más cañí: fiesta, buena comida, sol y buen ambiente. Pero la
Expo nos dejó mucho más que los 18 millones de visitantes.
Fue una
Expo innovadora, en la que se mostró al mundo los avances que vendrían en el S.XXI. Por ejemplo, se utilizó fibra óptica para las conexiones entre ordenadores, se probaron las pantallas táctiles, los accesos mediante huellas dactilares, la Alta Definición, el 3D...
Además, de los 102 pabellones que se construyeron para albergar a los países y organizaciones invitados, aún hoy se conservan en perfecto estado 32, y eso que solo se tenía pensado reutilizar 10. Muchos otros fueron derruidos para construir lo que hoy es el parque temático de Isla Mágica y otros, debido al paso del tiempo, fueron desmontados.
3.- Curiosidades
Aún hoy el espíritu de la
Expo 92 sigue muy vivo entre los sevillanos y los españoles de una generación que vieron cómo
España se abría al mundo y empezábamos a ser el país moderno que se esperaba de nosotros.
Sin embargo, hay un lugar en
Sevilla donde se guarda el tarro de las esencias de la
Expo 92: a Curro, su mascota. En un almacén de
Alcalá de Guadaira se conservan multitud de balancines con la figura del pájaro con patas de elefante que marcó la infancia de un buen número de niños.
Otra de las curiosidades que dejó la
Expo 92 fue la inauguración de un nuevo medio de transporte en España: el monorraíl. Con un trayecto de más de 3 kilómetros, los 6 trenes que componían este monorraíl daban una imagen general a los visitantes de lo que era la
Expo.
Sin embargo, cuando acabó la
Expo, el monorrail fue abandonado a su suerte, y no fue hasta 2007 cuando fue desmontado, y acabó en
Zaragoza. Allí lo repintaron y lo volvieron a instalar, solo que esta vez servía para acceder a un centro comercial que también sufrió los envites de la crisis.
4.- Algunos números
Esto son solo algunos números de lo que conllevó la
Expo 92 y que dan muestra de la magnitud que, por entonces, supuso para nuestro país:
Visitantes: 18 millones
Visitas: 41,8 millones
Visitantes por día: 290.000
Personas empleadas: 150.000
Impacto económico: 300.000 millones de pesetas