Playas inmesas de arena blanca

El Caribe está rodeado de playas increíbles. Agua azul y casi transparente, arena blanca o dorada, rodeada de vegetación de palmeras, y bonitos paisajes verdes al fondo.  Las Playas de la costa de Antigua y Barbuda, en el archipiélago de las pequeñas Antillas, destaca por todo eso y por su longitud.

Se trata de un destino muy habitual para lunas de miel y parejas, pero también para el turismo familiar y para viajeros solitarios que buscan el relax. La clave está en la longitud de sus playas y la blancura de su arena. Varios arrecifes coralinos rodean sus amplias bahías, por lo que también lo convierten en un destino perfecto para amantes del buceo.

La fama de las costas del país es importante –popularizada por personajes como Giorgio Armani, propietario de una mansión- muy especialmente las de la bahía de Dickenson, que posee dos de las que ostentan el título de las mejores playas del mundo. En ellas no sólo se puede tomar el sol y bucear: otros deportes acuáticos como la vela son muy populares.

La capital de la isla es Saint John, también el principal puerto donde atracan los cruceros por el Caribe. En ella hay que disfrutar del Museo de Antigua y Barbuda, el edificio colonial más antiguo de la isla. Además se pueden ver interesantes restos arqueológicos como los megalitos de la Colina del Castillo Verde, de culto al sol y la luna o la Ciudad India.

No te vayas de Antigua sin disfrutar de lo más típico de su gastronomía, la especialidad son los sea eggs: huevas de erizo de mar molidas que se prepara de diferentes formas. Para acompañar, te aconsejamos el Mauby o maví, una bebida fermentada a base de la raíz de un árbol del mismo nombre, muy popular en el Caribe.