Menorca ofrece a locales y turistas una opción de recorrerla para disfrutar de sus paisajes y de la naturaleza. Todo ello, en un contexto en el que la historia tiene muchos que ver. ¿Cómo? Pues apelando al
Camí de Cavalls o Camino de los Caballos.
El mismo es un camino de alrededor de 179 kilómetros que circunda completamente esta isla de
Baleares. Un trayecto que, si bien tiene un génesis poco claro, se cree que tenía como finalidad una mejor vigilancia de la costa comunicando las baterías, atalayas y otras fortificaciones.
Pues ahora este sendero se ha recuperado, se encuentra señalizado y ofrece a los visitantes la posibilidad de acompañar el paseo con audioguías y aplicaciones.
Las Rutas
Es este un paseo que puede realizarse a caballo, a pie o en bici. Un camino que consiste en un total de 20 tramos de diferente duración, distancia y dificultad. Itinerarios que son los siguientes:
1: Maó - Es Grau
2: Es Grau - Favàritx
3: Favàritx - Arenal d'en Castell
4: Arenal d'en Castell - Cala Tirant
5: Cala Tirant - Binimel•là
6: Binimel•là - Els Alocs
7: Els Alocs - Algaiarens
8: Algaiarens - Cala Morell
9: Cala Morell - Punta Nati
10: Punta Nati - Ciutadella
11: Ciutadella - Cap d'Artrutx
12: Cap d'Artrutx - Cala en Turqueta
13: Cala en Turqueta - Cala Galdana
14: Cala Galdana - Sant Tomàs
15: Sant Tomàs - Son Bou
16: Son Bou - Cala en Porter
17: Cala en Porter - Binissafúller
18: Binissafúller - Punta Prima
19: Punta Prima - Cala de Sant Esteve
20: Cala de Sant Esteve - Maó
Una experiencia distinta
De este modo, el Camí de Cavalls se convierte en una forma alternativa de apreciar los encantos naturales de
Menorca.
Claro, dado que gracias a su diseño brinda la posibilidad de recorrer la isla. Además su uso es público, libre y gratuito y, cabe destacar, es considerado patrimonio histórico y bien de interés cultural y ambiental.
Es que
"el Camí de Cavalls no es, tan sólo, un camino hecho de la suma de veredas o senderos, que da la vuelta a la isla, sino un patrimonio colectivo" que forma parte de la identidad del lugar. Al menos así lo ha dejado en claro J. Gomila.