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Viajar en crucero es una experiencia maravillosa que, sin embargo, podría verse empañada por un mal que afecta a algunos viajeros: la cinetosis o mareo por movimiento. Y es que si bien no es en absoluto grave y tiende a pasarse enseguida, la sensación de estar mareado puede ser bastante desagradable, llegando a estropear un viaje que en principio parecía idílico. Para evitarlo, nada mejor que informarse bien y seguir algunos sencillos consejos.

¿Qué es la cinetosis o el mareo por movimiento?

La cinetosis es un mal que puede afectar al viajero en cualquier tipo de transporte, cuando el oído interno, los ojos, las articulaciones y los músculos envían señales contradictorias al cerebro, produciéndose un desequilibrio. Es más común en los viajes en barco, durante los cuales el oído interno capta que se está dando un movimiento mientras los ojos sólo le transmiten información visual de una estancia fija. Sus síntomas son mareos, sudor fío y náuseas que, si no se controlan a tiempo, pueden llegar a los vómitos.

¿Cómo evitar el mareo en el barco?

Aunque hoy día la mayoría de los barcos de crucero poseen estabilizadores y otras tecnologías enfocadas a minimizar los efectos del oleaje, hay una serie de precauciones que podemos tomar para prevenir un posible mareo: - Medicamentos para el mareo: sin cafeína para las noches, y con cafeína para que el adormecimiento derivado de los efectos secundarios no nos impida disfrutar de la experiencia de viajar en crucero. Se aconseja tomarlos al menos media hora antes de empezar la navegación, pues si no serán inefectivos. - La alimentación es uno de los aspectos que más debemos cuidar de cara a prevenir el mareo. No abusar de las bebidas alcohólicas, comer manzana y beber refrescos con soda es muy aconsejable en caso de que el malestar haya comenzado. - La elección de nuestro camarote tiene también una importancia capital. Lo ideal es que nuestra habitación se encuentre lo más cerca posible de la línea de flotación (camarotes interiores) y en pisos bajos, ya que las cubiertas altas son más sensibles al movimiento. Del mismo modo, resulta más sencillo marearse en proa que en popa. - Si hemos empezado a notar los síntomas del mareo, salir a la cubierta para respirar aire puro es el mejor remedio casero. La brisa marina obra milagros, y si mantenemos la mirada en un punto fijo en el horizonte, enseguida empezaremos a notar la mejoría. - Si todo lo anterior falla, lo mejor que podemos hacer es acostarnos y cerrar los ojos. Si no confundimos a nuestro cuerpo con nuevos estímulos, es cuestión de tiempo para que el mareo se pase.  
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