Cada vez son más las mujeres que se animan a viajar solas. No es una moda: es una tendencia en alza. ¿Por qué no? Viajar solo tiene muchas más ventajas que inconvenientes: completa libertad para diseñar el itinerario a tu gusto, para marcar tus propios límites de presupuesto, te permite establecer contacto con la población local, estás más abierto a conocer viajeros en el camino... Y las mujeres, cada vez más independientes, no estamos dispuestas a dejar pasar de largo esta oportunidad. Claro que, para asegurarse un éxito rotundo en el viaje, hay que seguir unas mínimas precauciones. Nada grave y todas de sentido común, pero importantes a tener siempre presentes. ¿Te animas a probar la experiencia de viajar sola en tus próximas vacaciones? Aquí tienes unos sencillos consejos para asegurarte que todo vaya sobre ruedas.

Viaja segura y transmite seguridad

Parece obvio, ¿verdad? Tanto si viajas sola o encompañía de más amigas, mantenerse alerta es fundamental. Ten controlado tu dinero y documentos (si tu hotel dispone de caja fuerte, te aconsejamos guardar en ella lo que no vayas a necesitar durante el día) y evita los paseos nocturnos así como los lugares poco concurridos o “sospechosos”. Y lo más importante: cuando camines, no vaciles: transmitir seguridad es fundamental.

Alojamiento

El alojamiento perfecto para una viajera solitaria es pequeño y familiar. En un hotel grande al final es inevitable sentirse un poco solo, mientras que en los hoteles pequeños (las casas rurales son ideales) se tiene mucho más contacto con el resto de huéspedes, con los que puedes llegar a entablar conversación e incluso compartir planes de viaje.

Vestimenta

El consejo fundamental cuando se viaja, solo o acompañado, es respetar la cultura e imitar en la medida posible las costumbres locales. En el caso de una mujer, cuidar la vestimenta es fundamental si viajas a países donde ir poco cubierto o usar ropa muy ceñida esté mal visto. No se trata solo de mostrar respeto: también te ayudará a evitar situaciones incómodas y proposiciones no deseadas.

¡Habla!

Para eso, evidentemente, tendrás que manejarte mínimamente en el idioma del país que visitas, o por lo menos, saber algo de inglés. Pero incluso si viajas a un país en el que nadie habla tu lengua, no tengas miedo de acercarte e intentar entablar conversación, sobre todo con las mujeres: te sorprenderá el vínculo que puedes llegar a establecer con una anciana de las montañas de Fujian o una joven del desierto del Thar solo por el hecho de pertenecer al mismo sexo.

Manténte comunicada

Antes de salir de viaje, comparte con los tuyos tu itinerario (incluyendo hoteles, etc) y diles de qué manera te puedes localizar, especialmente si en tu destino no dispones de cobertura móvil. Afortunadamente Internet y las Redes Sociales cada vez no lo ponen más fácil para mantenernos permanentemente comunicados con nuestra familia y amigos: no tienes excusa para, una vez al día o cada dos días enviar un email o un mensaje a través de Facebook para decir que todo va bien. ¡Incluso puedes subir alguna foto!