Uno de los mayores placeres del
Hotel Amadeus de Sevilla es alojarse en una antigua
casa del siglo XVIII, restaurada pero conservando el estilo clásico andaluz. Otro puede ser su céntrica ubicación, en pleno barrio de
Santa Cruz, bordeando la vieja Judería: en un edificio que hace esquina entre las calles Farnesio 6 y San José 10. Pero, sin duda, la gran baza de este establecimiento en su dedicación temática, centrada en el mundo de la
música clásica.
Como es habitual en las viviendas tradicionales de la ciudad, el lugar se estructura en torno a un
patio bellamente decorado con puertas enrejadas, faroles colgantes, paredes de azulejos polícromos y mobiliario y puertas de madera noble oscura, a los que se une una
colección de instrumentos musicales variados. Sobresalen cuerda, metal y, sobre todo, un espléndido
piano de cola negro. Las partituras enmarcadas redondean la ambientación musical deseada.
Las
13 habitaciones, que responden a los tipos
Doble Estándar,
Doble Superior,
Doble a la calle,
Ático,
Junior Suite y
Suite, están bautizadas con
nombres de compositores clásicos; por supuesto, no falta el que identifica al
hotel, Wolfgang Amadeus Mozart. Están equipadas con aire acondicionado, calefacción, TV, teléfono, caja de seguridad, minibar, baño con secador y un reproductor con CDs de grandes maestros, además de partituras y libretos de óperas.
Música por todas partes
Algunas están adaptadas para discapacitados y las de superior nivel tienen bañera o ducha de hidromasaje. Además las hay
insonorizadas, al igual que ocurre con las salas de ensayo con piano que ofrecen al cliente la posibilidad de practicar con ése o algún otro instrumento si lo desea. Los precios oscilan entre
98 y
195 euros, según la categoría de la habitación elegida.
Otros
servicios del hotel son lavandería, planchado,
Wi-Fi en todo el local, un
párking cercano y cafetería, aunque lo mejor es desayunar en la azotea con vistas a la Catedral.
El patio acoge periódicamente
conciertos de orquestas de cámara cuya entrada es libre y los propios huéspedes pueden
tocar el piano; es algo que siempre será bienvenido en el melómano
Amadeus, donde se nota el
trato familiar del negocio como demuestra que la recepción se haga tomando una copa de vino andaluz (o vino de naranja o té de jazmín) de regalo mientras acompaña el susodicho piano con una melodía.
Con semejantes condiciones no es de extrañar que un estudio realizado por la empresa Iberalta haya concluido que este hotel está
entre los 15 mejor valorados de Sevilla.