Cuba, aquella provincia de ultramar ligada a España durante tantos siglos, desde su descubrimiento por Cristóbal Colón en 1492, revive actualmente esa relación sólo que por otros cauces, a través del turismo. La isla caribeña es el destino preferido de cientos de miles de viajeros que buscan pasar unas vacaciones exóticas pero en su idioma, con playas paradisíacas pero también visitas culturales y monumentales, de relax mas sin dejar de lado los ritmos musicales de la noche. Cuba, al igual que el resto del Caribe, es un archipiélago, y tiene miles de pequeñas islitas o cayos a su alrededor formados por arrecifes de coral.  Las más importantes son la Isla de la Juventud y Cayo Coco, que alcanza 370 kilómetros cuadrados de superficie. No obstante, quienes llegan a Cuba lo hacen fundamentalmente a través de La Habana, la capital, atraídos por su fascinante casco histórico catalogado como Patrimonio de la Humanidad. Fundada en 1519 en una acogedora bahía que hoy se puede recorrer gracias a su famoso Malecón y donde decuellan atracciones como la Fortaleza de El Morro, su arquitectura colonial queda plasmada en sitios como la Catedral barroca, los palacetes neoclásicos o las mansiones de otros estilos (Art nouveau, Art Deco, Modernismo), luego completadas por los austeros edificios comunistas y los posteriores complejos hoteleros de diseño más actual. Claro que no sólo La Habana atrae gente. También figuran en las guías lugares como Santiago de Cuba (donde tuvieron lugar los combates entre las tropas españolas y estadounidenses en 1898), Camagüey (cuyo casco antiguo también es Patrimonio de la Humanidad) u Holguín. Esta última es una zona especialmente turística por su espléndido litoral.

Varadero

Mención aparte merece Varadero, una alargada península situada entre Matanzas y Cárdenas, al este de la capital, que recuerda un poco los casos de Cancún y Playa del Carmen, en el estado mexicano de Quintana Roo: hasta la segunda mitad del siglo XIX no fueron poblados de forma importante debido a las plagas y los huracanes. En el caso cubano, su "descubrimiento" fue en los años veinte y treinta del siglo pasado, creciendo progresivamente para luego, en los noventa, experimentar un boom hotelero de resorts y "todo incluido" de las cadenas más importantes. De hecho, cerca de un millón de personas llega cada año a la localidad, aportando casi un 40% de los ingresos de Cuba por turismo. Algo lógico si se tiene en cuenta que Varadero ofrece 22 kilómetros de playas de fina arena blanca y aguas turquesa poco profundas, idóneas para nadar y, más adentro, bucear (hay 23 zonas diferentes) y pescar. Abundan también los corales y manglares, así como todo tipo de atracciones, desde reservas ecológicas a campos de golf, pasando por museos, deportes al aire libre y una deliciosa oferta gastronómica. Dos son nuestros hoteles recomendados en Cuba y ambos se encuentran precisamente en Varadero. Del primero ya hablamos en un post anterior, el Be Live Las Morlas, un 4 estrellas situado a pie de playa en la Avenida de las Américas, a un kilómetro de la ciudad y muy cerca del Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez (segundo del país), que ofrece a sus huéspedes 143 habitaciones y 2 restaurantes, 3 bares y un snack en un ambiente ideal para unas vacaciones familiares. El otro es el Be Live Turquesa, también de 4 estrellas y a pie de playa, con dirección en el kilómetro 12 de la Carretera de Las Morlas. Son 268 habitaciones con todo incluido (2 restaurantes, 3 bares y un snack) rodeadas de palmeras y vegetación tropical que constituyen un escenario mágico para una boda o unas vacaciones en familia o pareja. [gallery]