Cuando se habla de
La Montaña Mágica muchos pensarán en la novela clásica de Thomas Mann pero hay que fijarse en que todas las palabras van en mayúsculas, que éste es un blog de
hoteles, y que, hay que reconocerlo, falta algo para completar el nombre: el término
Lodge .
Así que la literatura se queda al margen y, en su lugar, debemos desplazarnos a
Chile. Concretamente al kilómetro 55 de del
Camino Internacional Panguipulli, en Neltume, Región de los Ríos. Allí, en medio de las 120.000 hectáreas de la
Reserva Biológica Huilo Huilo (catalogada por la UNESCO como
Reserva de la Biosfera), se alza
La Montaña Mágica Lodge, un original hotel de
4 estrellas que no se parece nada a lo que cabría esperar de un establecimiento de esta categoría.
Y no en el mal sentido. Se trata de un insólito edificio de piedra con
forma de cono y cubierto de hiedra de cuya cima brota una
cascada de agua pura. Ésta pretende envolver las habitaciones (las ventanas asoman tímidamente entre la vegetación) con su relajante sonido e integrar así al huésped en el ambiente natural de la zona, mostrando la energía y vida del líquido elemento, que contiene la magia de los bosques.
Naturaleza y relax
Y es que esta maravilla natural de los Andes Patagónicos, que linda casi con Argentina, está formada por
bosque lluvioso templado y tiene cerca el lago Pirehueico y el volcán Choshuenco, pues es
zona volcánica (por cierto, las cenizas de la reciente erupción del Puyehue no afectaron al hotel) y se puede visitar un Museo de los Volcanes. Un lugar ideal para bañarse en aguas termales y practicar senderismo -hay 250 kilómetros de caminos marcados- montañismo,
rafting, pesca, rutas a caballo, esquí (en invierno un manto de nieve cubre el paisaje), tirolina y
mountain bike.
La Montaña Mágica está compuesta por
12 habitaciones de las que 4 son suites dobles (las más grandes, de 15 metros cuadrados), situadas en la parte baja; otras 5 son estándar, también dobles (de 10 metros cuadrados) y ubicadas en la parte media; y hay 3 llamadas
Camarote que, al estar en la parte más alta del cono tienen menor tamaño (7 metros cuadrados) y hay que llegar a ellas por una pasarela colgante. Todas están hechas con materiales nobles y revestidas de
maderas autóctonas trabajadas por artesanos locales de las comunidades de Neltume y Puerto Fuy (es una región tradicionalmente maderera).
También hay una sala para eventos llamada
Carpintero Mágico (de 250 metros cuadrados divisibles en dos y con aforo para un máximo de 200 personas), un
Rincón Mágico dedicado a los niños y padres, una sala de lectura y un minigolf. A ellos se suman otros servicios típicos como lavandería y bar-restaurante.
En el vecino
Hotel Baobab se puede disfrutar del
Lawenko Spa, 970 metros cuadrados con piscina,
jacuzzi, sauna, sala de relax y una original propuesta: baños en troncos centenarios con aguas naturales climatizadas. Todo pensado para una estancia especial, integrada en el entorno para cuidarlo al máximo y de forma sostenible. Los
precios dependen de la temporada, habitación elegida, régimen de estancia y número de personas, pero pueden oscilar entre 107 y 178 pesos chilenos.