Módulos apilables para el Hotel Sheung Wan

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Una de las últimas tendencias arquitectónicas en la construcción de hoteles es la utilización de módulos apilables que faciliten y agilicen los trabajos, porque simultáneamente van creando espacios interiores perfectamente definidos, y de paso proporcionen al edificio un aspecto diferente, moderno y acogedor, lo opuesto a las "torres de cristal sin alma". Esta última definición es cosa del prestigioso estudio Thomas Heatherwick, que si por algo se distingue es por realizar proyectos atrevidos y distintos: ahí esta el pabellón de Shangai en la Expo o la aplaudida antorcha olímpica de Londres. Y el último de ellos es precisamente un hotel en Hong Kong que se llamará Sheung Wan y que estará hecho a base de esos módulos apilables; concretamente en forma de cajas. La idea consiste en pensar los equipamientos habituales que se puedan encontrar en la habitación de un hotel -cama, ventana, minibar, caja fuerte, armario...- y situarlos en una serie de cajas de cuatro tamaños distintos. En cada habitación, todos estos accesorios y muebles toman forma a partir de una disposición distinta de estas cajas, razón por la cual cada una de dichas habitaciones será única, en cierto modo. Las cajas insertadas en la estructura base de hormigón del edificio serán metálicas, con acabado en bronce en su interior para las que acomodan el aire acondicionado y los depósitos de agua, mientras que otras estarán recubiertas de espuma aislante para los muebles o tapizadas para las camas. Esta peculiar estructura de módulos apilables contará con cuarenta pisos de altura y trescientas habitaciones, y, una vez concluido, lucirá como un gigantesco rascacielos de aspecto algo estrambótico en medio del barrio portuario que le dará su nombre. Para que el exterior guarde coherencia conceptual con el interior, las formas que decorarán la fachada principal serán asimismo cajas, la parte externa de las mismas que corresponde con las que articulan el espacio interno. Cajas que, sobresaliendo de la fachada en diferentes grados, caerán desde lo alto en una especie de cascada visualmente similar a una construcción a la que le van faltando una serie de piezas, o una forma de extraña corrosión que se come la fachada a mordiscos cúbicos en una inquietante visión plástica. De hecho, la ruptura con la fachada lisa habitual en las metrópolis modernas era la base inicial de la idea del proyecto. Sheung Wan, el hotel chino de módulos apilables en forma de caja, está aún en fase de desarrollo y carece, pro el momento, de una fecha cerrada para su conclusión. Pero su nombre ya corre por Internet por esa original concepción arquitectónica.

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