Compartir:
A la hora de planear unas vacaciones, ya sea en Europa, en el Caribe o en América del Sur y sin importar cuánto tiempo duren, habrá que prestar especial atención al tema salud. Y, más aún, si se viaja con niños. Es por ello que, en caso de necesitarlo para los primeros auxilios ante un pequeño accidente, para evitar males peores o para calmar algún dolor o malestar leve, llevar un botiquín bien equipado deberá ser prioridad de los padres. De todos modos, antes de emprender un viaje se recomienda también visitar al médico de los niños, consultar sobre medidas preventivas, comentarte sobre el destino elegido y el tipo de viaje. Además, pedir recetas de los medicamentos que las requieren y, más aún, si el peque sigue algún tipo de tratamiento en especial. En tanto, habrá que ser precavidos y llevar la cartilla de la Seguridad Social del niño y la tarjeta del seguro privado, si es que lo posee. Pero veamos, entonces, cómo armar un botiquín básico:
  • Repelente anti mosquitos.
  • Protector solar.
  • Tiritas, gasas estériles, esparadrapo y un antiséptico. Para pequeñas heridas y cortes.
  • Paracetamol, ibuprofeno. Para la fiebre y el dolor.
  • Suero fisiológico estéril. Puede servir para tres cosas: echar en los ojos en caso de que haya ingresado algún elemento extraño, para destapar la nariz o para limpiar heridas.
  • Un termómetro.
  • Antidiarréico.
  • Medicamento para el mareo.
  • Tijera, pinzas, toallitas húmedas, pañuelos de papel.
  • Antihistamínico. Ante la aparición de alguna reacción alérgica.
  • Crema contra quemaduras.
Pero claro que todo esto será necesario para realizar los primeros auxilios o calmar pequeños dolores. Ante cualquier duda o complicación, lo que se deberá hacer será acercarse a algún hospital o llamar al médico.
Anterior Irene Somoza de MundoTurístico
Siguiente Elegir hotel cuando se viaja con niños

Categorías

Artículos relacionados