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Viajar a Marrakech para vivir una experiencia diferente

Marrakech es una perla preciosa ubicada en el norte de África, con bellísimas mezquitas, palacios, jardines y mercados, que han marcado durante siglos un estilo característico en toda la región. Sus olores, sabores, colores y leyendas, convierten esta ciudad en un destino enigmático, que atrae a miles de turistas de todo el mundo, durante todo el año. Si estás pensando en viajar a Marruecos, en este artículo te mostramos qué ver en Marrakech en 3 días para que puedas enamorarte de todo lo que tiene este tesoro del mundo árabe para ofrecer.

Día 1 - La Medina, el corazón de Marrakech

Es recomendable alojarse en el centro de la medina de Marrakech, donde encontraremos los típicos riads (pequeños palacios árabes con un patio central), para vivir una verdadera experiencia marroquí. Gran parte de los atractivos turísticos que ofrece Marrakech se encuentran alrededor de la plaza central, que, además, nos servirá de orientación durante todo nuestro viaje.

Comenzaremos nuestra estancia recorriendo la plaza de Marrakech (Yamaa el Fna), donde por la mañana, podremos ver todo tipo de comercios y vendedores ambulantes, así como encantadores de serpientes, músicos y otros artistas, que ofrecen diferentes tipos de espectáculos. Llegada la noche, la plaza cambia totalmente su aspecto, los vendedores y artistas dejan paso a una amplia variedad de puestos de comida en la que podremos degustar la comida típica de Marruecos.

En la misma medina, encontraremos las Tumbas Saadíes, al lado de la mezquita Moulay El Yazid (también digna de visitar). El mausoleo de la Sala de las Doce Columnas de mármol blanco es uno de los lugares más emblemáticos, ya que es donde se encuentran enterrados los miembros de la Dinastía Saadí.

Continuamos con nuestra ruta, para toparnos con la Medersa Ben Youssef, la escuela musulmana de estudios superiores más importante de todo Marruecos. Construida en el año 1565, es una obra arquitectónica que no puedes dejar de ver.

Por la tarde, es un buen momento para volver al zoco y disfrutar de la experiencia de regatear. El zoco de Marrakech es un auténtico laberinto con centenares de tiendas y talleres. Los artesanos normalmente están agrupados por gremios y hay tantos zocos como tipos de artesanía. Aquí podrás encontrar todo tipo de productos típicos de Marruecos, como babuchas, alfombras, faroles de metal, juegos de té y especias de todo tipo.

Día 2 - Los bordes de la Medina

Este punto de partida es ideal para comenzar por la mañana temprano, ya que podemos visitar la Mezquita Koutoubia, para así evitar las aglomeraciones de turistas que encontraremos diariamente. Con su minarete de 66 metros, este edificio es latípica imagen de Marrakech que podrás ver desde las terrazas de muchos restaurantes y azoteas de los riads.

Por la tarde, visitaremos dos históricos palacios. Por un lado, el Palacio de la Bahía, un conjunto de ocho hectáreas de edificios y jardines, construido en el siglo XIX. Su principal atractivo es el harén de las 4 esposas y las 24 concubinas, que cuenta con un estanque en el patio rodeado por las diferentes habitaciones que utilizaban los monarcas. Por otro lado, visitaremos el Palacio Badi, edificado durante el siglo XVI, donde los monarcas saadíes realizaban sus ostentosas celebraciones.

Para finalizar nuestro día, antes de volver a nuestro riad, te recomendamos recorrer la impresionante muralla de adobe que rodea la medina, de 15 kilómetros de largo y 10 metros de alto, que separa la ciudad antigua de los barrios modernos.

Día 3 - Más allá de la muralla

El último día lo disfrutaremos más allá de la muralla. Comenzaremos visitando el Mellah (antiguo barrio judío), que, aunque actualmente no vivan judíos, aún cuenta con la sinagoga Al Azama, que junto al cementerio judío son dos de sus principales atractivos. Como apunte a destacar, habría que decir que los comercios y mercadillos de este barrio, son más baratos que los del zoco.

Luego, tenemos hermosos jardines árabes para elegir: Los Jardines de Menara, creados en 1870; el Palmeral, con más de 100.000 palmeras para recorrer montados en camello; o los Jardines Majorelle, creados en 1924 (los más bonitos de la ciudad). Los tres están alejados de la medina, pero si tienes tiempo vale la pena conocerlos aunque sea uno.

La última tarde la destinaremos a conocer el barrio Gueliz (la ciudad nueva), o “barrio europeo”; un buen lugar para conocer la vida cotidiana de los marroquíes y disfrutar de increíbles bares y restaurantes internacionales de la ciudad.

Para terminar nuestra estancia en Marrakech, no hay nada mejor que tener la oportunidad de disfrutar de uno de los famosos Hammam de Marrakech (baños árabes de vapor).

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