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La tercera mayor aerolínea de Estados Unidos, American Airlines, podría encontrar la solución a los problemas financieros que la han llevado a la quiebra gracias a una fusión con US Airways. Esta última compañía había dado ya el primer paso no oficial en esa dirección, negociando con los tres sindicatos mayoritarios de la otra aerolínea las condiciones en que se llevaría a cabo la unión de ambas empresas. En una carta enviada a los empleados de US Airways, el CEO de la aerolínea Doug Parker aclaró que no habían acordado una fusión con American Airlines pero que se habían negociado con los sindicatos las condiciones de sus convenios colectivos en caso de que se produjera. Asimismo, Parker añadió que aún estaría pendiente conseguir el apoyo de los deudores, el equipo de gestión y su junta directiva. Los sindicatos de American Airlines ya no confían en la dirección de la empresa después de que la misma solicitara al Juez que supervisa la solicitud de quiebra la derogación de los actuales convenios. Desde que a finales de noviembre American Airlines se acogió a la Ley de Quiebras, las tres asociaciones (de pilotos, tripulantes de cabina y de trabajadores del transporte) que representan a 55.000 de los 73.000 empleados de la compañía, han estado negociando con la dirección de la empresa sobre sus planes para suprimir 1.200 puestos de trabajo y conseguir un ahorro de 1.250 millones de dólares. El pasado viernes 20 de abril se produjeron dos anuncios paralelos que allanan el camino que lleva hacia la fusión. Por un lado, los tres sindicatos antes mencionados enviaron un comunicado conjunto en el que apoyaban una adquisición de American Airways por parte de su rival US Airways. Por otro, después de alcanzar un acuerdo con los sindicatos, US Airways notificó oficialmente a la SEC (la Comisión del Mercado de Valores en EEUU) su intención de adquirir la aerolínea en bancarrota, American Airways. Con una fusión de ambas aerolíneas, las dos con problemas financieros, el mercado aéreo en Estados Unidos continuaría la tendencia iniciada por Delta Airlines y Northwest Airlines en 2008 a las que siguieron United Airlines y Continental Airlines dos años después. American Airlines es la quinta compañía a nivel mundial en número de pasajeros y beneficios operativos mientras que con sus 3.208 vuelos diarios, US Airways es la sexta mayor del país por tráfico y la octava en valor de mercado.
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